El Tribunal Oral Federal número ocho dictaminó una sentencia de dos años de prisión en suspenso para Guillermo Moreno por el incidente ocurrido en 2010 durante una asamblea de Papel Prensa, además de una inhabilitación para ocupar cargos públicos por seis meses.
Hoy, el Tribunal Oral Federal número ocho emitió su fallo condenatorio contra Guillermo Moreno, ex secretario de Comercio Interior de Argentina, por el delito de «amenazas coactivas». El incidente tuvo lugar durante una asamblea de la empresa Papel Prensa en agosto de 2010, cuando Moreno era funcionario del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El tribunal, conformado por los jueces Gabriela López Iñíguez, Nicolás Toselli y Sabrina Namer, decidió por mayoría la pena de dos años de prisión en suspenso para Moreno, junto con una inhabilitación para ejercer cargos públicos por seis meses. Esta sentencia puede ser apelada en dos instancias: la Cámara Federal de Casación Penal y la Corte Suprema de Justicia.
Tanto la Fiscalía como las querellas, que representan a la empresa Papel Prensa y al diario La Nación, habían solicitado penas más severas: dos años y cuatro meses, y cuatro años de prisión respectivamente. La decisión del tribunal se basó en considerar que las acciones de Moreno constituyeron una amenaza coactiva durante la mencionada asamblea.
Guillermo Moreno, antes de conocer la sentencia, expresó su esperanza de ser absuelto y agradeció a su abogado por su labor en el caso. El próximo martes se darán a conocer los fundamentos del fallo por parte de la jueza López Iñíguez.
El incidente en cuestión ocurrió durante una reunión por la parte estatal de Papel Prensa, donde Moreno advirtió tener «casco y guantes» frente a posibles situaciones de violencia entre los accionistas. Esta declaración fue interpretada como una amenaza por los querellantes, quienes iniciaron el proceso penal que hoy, después de 12 años, culmina con la condena de Moreno.
La defensa de Moreno, representada por el abogado Alejandro Rúa, argumentó que las declaraciones fueron simplemente una referencia humorística en medio de un clima tenso entre el representante del Estado y los accionistas privados. Moreno había expresado en esa ocasión: «Acá no se va a votar bajo ningún aspecto lo que quieren los accionistas del sector privado. Todos mis funcionarios, varones, a partir de este momento se bancan lo que tengan que bancarse. Acá no se vota».
El caso de Guillermo Moreno ha sido uno de los puntos destacados en la escena política y judicial argentina, reflejando tensiones y disputas dentro del ámbito empresarial y gubernamental durante aquel período.

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