Un fiscal pidió este viernes a un jurado popular que declare culpable a un ciudadano brasileño acusado del crimen de Eduarda Santos

Fue cometido en febrero de 2022 en la ciudad rionegrina de San Carlos de Bariloche, mientras que la defensa reiteró que el imputado es inocente y que no existió un femicidio porque ahora se auto percibe mujer.

Martín Losada pidió a los miembros del jurado que Fernando Alves Ferreira (29), quien se hace llamar ‘Amanda‘, sea hallado culpable del delito de «homicidio triplemente calificado por alevosía, femicidio y mediante el empleo de un arma de fuego, en concurso real con portación de arma de fuego de uso civil condicional sin la debida autorización legal«, durante el juicio que se está llevando a cabo.

El fiscal defiende que hubo «violencia de género» y lo utiliza como agravante, independientemente de la percepción del acusado hacia sí mismo.

El defensor oficial penal, Nelson Vigueras recordó lo conversado al principio de la sesión, cuando sostuvo que no había femicidio de ningún tipo en este caso, tampoco alevosía y queel acusado debía ser declarado inocente por «razones de inimputabilidad«, debido que se encontraba «perturbada» al momento en que Eduarda Santos fue asesinada.

El jurado popular acató las instrucciones de pasar a deliberar luego de que al finalizar el debate, Alves Ferreira prefiriera no agregar ninguna declaración durante el uso de sus «últimas palabras». Se estima que un veredicto debería arribar en las próximas horas.

«No hay femicidio porque no estamos en la presencia de un hombre»

De esta manera abrió en los alegatos el abogado Vigueras en defensa de Alves Ferreira. Para Losada, en cambio, la realidad del hecho es otra. Alves Ferreira asesinó a Eduarda, madre de seis hijos, entre las 00:50 y las 2:30 horas del 16 de febrero de 2022, en la intersección de la ruta provincial 77 y el sendero peatonal hacia Lago Escondido. Allí, hizo uso de una pistola Magnum calibre .357 y disparó 9 veces contra Eduarda a una distancia no mayor a los 1,20 metros.

Con el argumento de que la víctima no tuvo oportunidad de defenderse y que estuvo a merced de su atacante, en un sitio oscuro y alejado de la vivienda que compartían, el fiscal defendió su postura de que se trató de un asesinato con alevosía.

En la misma línea, aseguró que Eduarda padecía la violencia de género por parte del acusado ya que dependía económicamente de él y que no tenía familiares ni amigos a quiénes recurrir. Según la investigación, Alves Ferreira, que en ese entonces estaba en pareja con otro hombre, había contratado a Eduarda para tener hijos a cambio de proveer mantención económica.

Losada apunta sobre esta causa queel conflicto empeoró entre los dos cuandola víctima comenzaba a ser una molestia para el acusadoSantos establecía límites y obstáculos respecto a la disposición de los infantes que en aquel momento no tenían más de dos años de edad.

Tras exponer diversos hechos, el fiscal también cuestionó la estrategia de la defensa por la imposibilidad de acusar a Alves Ferreira de femicida por autopercibirse como mujer.

Con la vista puesta en el acusado, argumentó que el hombre tuvo reiteradas oportunidades para cambiar su identidad de género, tanto en Brasil como en Argentina, pero que ese deseo de ser percibido como «Amanda» comenzó a principios de este año, decisión que el acusado definió que fue con «fines utilitarios».

«Amanda es y era una mujer antes, no hubo cosificación ya que ambas eran amigas sin una subordinación de un género sobre otro, en una relación de igualdad», expresó la defensa ante los argumentos del fiscal.

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