Exmiembro de Al Qaeda y figura clave del conflicto sirio, EE.UU. lo considera un terrorista con una recompensa de 10 millones de dólares. Al Golani busca reinventarse como líder político y democrático tras liderar la insurgencia islámica.
Abu Mohammed al Golani, uno de los líderes más controvertidos y peligrosos de los últimos años, ha resurgido en el escenario internacional tras el anuncio de la toma de Damasco por parte de los rebeldes de Hayat Tahrir al Sham (HTS). Aunque alguna vez fue el rostro de Al Qaeda en Siria y tuvo vínculos con el Estado Islámico, ahora busca proyectarse como un dirigente democrático y aperturista, en un intento por legitimarse ante la comunidad internacional.
Un pasado vinculado al terrorismo
Nacido en 1982, al Golani —cuyo verdadero nombre es Ahmad Hussein al-Shar’a— se unió inicialmente a Al Qaeda en Irak, donde combatió bajo el mando de Abu Musab al Zarqawi. Tras la muerte de Zarqawi en 2006, al Golani se convirtió en un operador clave en la región.
Con el estallido de la guerra civil en Siria en 2011, fundó Jabhat al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria. Bajo su liderazgo, el grupo ganó notoriedad por sus brutales tácticas y su oposición tanto al régimen de Bashar al-Assad como al Estado Islámico, con quien rompió relaciones en 2013 tras un conflicto interno.
Transformación y estrategia política
En 2016, al Golani cambió el nombre de su organización a Hayat Tahrir al Sham (HTS) y anunció una aparente desvinculación de Al Qaeda. Este movimiento fue interpretado como una estrategia para distanciarse del terrorismo global y ganar apoyo entre los grupos opositores sirios y la población local.
Aunque sigue siendo considerado un terrorista por EE.UU., que ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información que lleve a su captura, al Golani ha intentado proyectar una imagen más moderada. En recientes entrevistas, incluso con medios occidentales, ha defendido un futuro democrático para Siria y ha insistido en que su lucha es exclusivamente contra el régimen de Assad.
¿Líder democrático o estrategia de supervivencia?
El ascenso de HTS como fuerza dominante en la insurgencia siria, culminando con su ofensiva sobre Damasco, plantea interrogantes sobre las verdaderas intenciones de al Golani. Si bien su discurso actual se centra en la apertura política, su historial como líder de un grupo con prácticas extremistas genera escepticismo entre analistas internacionales.
Reacciones internacionales
La toma de Damasco por parte de los rebeldes de HTS ha generado preocupación en la comunidad internacional. Si bien algunos actores podrían ver en al Golani una figura capaz de estabilizar el país tras años de conflicto, muchos temen que su cambio de discurso sea simplemente una táctica para consolidar su poder.
Con el futuro de Siria en juego, al Golani se posiciona como una figura central y controvertida. Su capacidad para equilibrar su pasado extremista con sus aspiraciones políticas determinará si puede ganar legitimidad o si se convertirá en una nueva fuente de inestabilidad en la región.
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