Ola de calor: ¿Cuánta agua hay que beber en estos casos?

Las altas temperaturas son cada vez más comunes en todo el mundo, y es que cada vez las temperaturas son más elevadas debido al calentamiento global. 

En esta época del año, el cuerpo tiende a sudar más y a perder líquidos. Por eso, es de suma importancia estar atentos a los signos de deshidratación.

Una de las preguntas del millón es cuántos litros de agua hay que beber por día según la ciencia, y durante los días calurosos esta incógnita resuena más entre las personas debido a que la sed se hace presente.

Si bien el número de litros ingeridos por persona varía según diversos factores y por eso no existe una cantidad mínima estipulada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los hombres beban unos 3.2 litros al día y las mujeres 2.7 litros de agua diarios.

¿Qué pasa cuando nos enfrentemos a una ola de calor con temperaturas que alcanzan los 40° Celsius? ¿Cambia la recomendación de beber agua?

En los días de calor, es fundamental prestar atención a los posibles síntomas de deshidratación para ver si es necesario beber más líquido de lo que estamos acostumbrados.

Los síntomas que indican que hay que beber más agua son:

• Boca y piel secas
• Sensación de debilidad
• Fatiga
• Mareos

Además, es importante beber de forma fraccionada a lo largo de todo el día y no tomar demasiado líquido de golpe para luego pasar horas sin tomar nada. Todas las personas deben ingerir al menos un vaso de agua a cada hora, principalmente durante los períodos de calor excesivo.

Por su parte, quienes practican deportes necesitan hidratarse antes, durante y después del ejercicio.

Niños y ancianos: la ingesta de agua recomendada durante una ola de calor 

En el caso de los niños, siempre es mejor ofrecer agua fresca cuando los padres noten que el niño estuvo mucho tiempo en un ambiente cargado o tiene sed. Es estos casos, hay que evitar ofrecerle bebidas azucaradas, como los refrescos, o muy calóricas y estimulantes, como las bebidas isotónicas y energéticas.

Ahora bien, los ancianos tienden a sentir menos sed que los jóvenes y es por eso que hay que tener cuidado para evitar la deshidratación. Se recomienda incentivar a las personas mayores a hidratarse aunque no tengan sed y durante los días calurosos, tienen que beber al menos dos litros de agua para equilibrar las pérdidas. Un buen parámetro es fijarse en la orina, es fundamental que no tenga un color fuerte, ya que es signo de deshidratación.