La Confederación General del Trabajo (CGT), convocó a un nuevo paro general contra el ajuste del presidente Javier Milei

La decisión del Gobierno de imponer un tope para las paritarias y la negativa de homologar acuerdos cerrados por encima de la inflación -como en el caso de los gremios Camioneros y Aceiteros- aceleraron la definición de la convocatoria.

Si bien tanto el ministro del Interior, Guillermo Francos, como los principales referentes de la central obrera coincidieron en que la reunión que mantuvieron este miércoles fue “buena”, la apertura al diálogo no alcanzó para desactivar una medida de fuerza que venía gestándose hace semanas y cobró impulso cuando el Gobierno le puso límites a las negociaciones salariales.

Desde el sector trabajador advierten que no están dispuestos a convalidar la decisión del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, de contener la inflación a partir de un ajuste en la demanda y de una fuerte recesión económica, que necesita de salarios siguiendo de atrás a los aumentos de precios; incluso a costa del poder adquisitivo perdido desde noviembre hasta ahora.

El caso emblemático es el del gremio Camioneros, liderado por Pablo Moyano, con quien Milei tiene un encono particular, pero -más allá de las diferencias- en la CGT dicen que al no homologar la paritaria, el Gobierno busca condicionar las negociaciones futuras de otros sectores.

La respuesta: un paro general sin movilización el 9 de mayo, que se sumó a un plan de lucha del que Francos y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, ya estaban informados desde el miércoles. Incluye acompañar la marcha federal en apoyo a las universidades públicas y la movilización del 1° de mayo.

Tanto el paro como la movilización tendrán como consignas rechazar el ajuste a los sectores más vulnerables; la intervención del Gobierno en cuestiones salariales; los despidos en el Estado; la baja de la inflación “como fruto de un proceso recesivo” y el ajuste de los ingresos, y la reversión de la eliminación del Impuesto a las Ganancias, entre otras. Los puntos formarán parte de la proclama que se leerá en el monumento al Trabajo.

El giro de la CGT entre la reunión con Francos y el encuentro del Consejo Directivo

La convocatoria de Francos a la Casa Rosada fue bien recibida por la conducción de la CGT. “No había diálogo con el Gobierno y fuimos convocados”, dijo Héctor Daer, uno de los tres integrantes de la cúpula de la central obrera, uno de los moderados, uno de los que venía pisando el pie en el freno para evitar acelerar la definición de un nuevo paro.

Tras el encuentro de este miércoles, el titular del gremio de Sanidad, destacó que la reunión “fue positiva”. Si bien ni Francos ni Posse se habían comprometido formalmente, los gremialistas se fueron de Casa Rosada confiados en que la homologación de la paritaria de Camioneros, el punto crítico para desactivar el paro, iba a tener resultado positivo.

“Nos quedamos hablando específicamente de la paritaria de camioneros, teníamos la expectativa de que se resolviera”, reconoció Daer.

Este jueves por la mañana, cuando el reloj empezaba a correr, los abogados del gremio de Camioneros fueron convocados a una reunión de urgencia en la Secretaría de Trabajo. Todo parecía encaminarse, pero fue entonces cuando se toparon con la negativa del Gobierno de convalidar paritarias por encima de la inflación.

“Lo único que propone el Gobierno es homologar la paritaria, pero si en mayo y en junio es 2% mensual. Han puesto un techo del 9% al 12%. Por orden de Caputo no se van a homologar paritarias por encima del 12%”, dijo Moyano, que ratificó que no van a aceptar esas cifras.

El gremio realizó un plenario de delegados, que coincidió con los encuentros en Trabajo, por lo que la definición a un cese de actividades en el sector quedó pendiente. “En los próximos días se va a anunciar un paro general de camioneros si no se homologa la paritaria”, advirtió el líder del sindicato. La fecha sería en la previa de la gran marcha federal que se organiza desde las universidades, prevista para el 23 de abril.

“No nos negamos a discutir, se lo propusimos a todos los gobiernos, pero no podemos dejar que todo se libere y que los salarios tengan límites”, advirtió Daer.

A la par del plan de lucha, la CGT mira de reojo lo que pasa en el Congreso con el mega DNU de Milei y con la renovada Ley Ómnibus, que el Gobierno confía aprobar, con el apoyo del PRO y de los gobernadores dialoguistas.

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