En medio de un año electoral, el Gobierno exigió a la Vicepresidenta un gesto político contra «la casta». Desde el Senado intentaron justificar el aumento y buscaron alternativas para desactivar las críticas.
La tensión entre la Casa Rosada y la Vicepresidenta Victoria Villarruel escaló en los últimos días, luego de que el Gobierno le exigiera frenar el aumento de las dietas en el Senado. En el marco de un año electoral donde los gestos políticos serán clave, la administración de Javier Milei prioriza medidas que refuercen su discurso contra «la casta política».
El contexto del conflicto
El incremento de las dietas parlamentarias generó malestar en el Ejecutivo, que considera que la medida contradice el mensaje de austeridad que busca transmitir. En respuesta, Villarruel recibió un ultimátum para encontrar una solución rápida al tema, que amenaza con convertirse en un arma de doble filo en la agenda pública.
El movimiento en el Senado
Desde la Cámara alta defendieron los ajustes, argumentando que responden a la inflación y los costos operativos del cuerpo legislativo. Sin embargo, ante la presión de la Casa Rosada, buscaron un “vericueto” administrativo para moderar el impacto del aumento, sin anularlo completamente.
Estrategia electoral
El episodio resalta las tensiones internas en la coalición gobernante, que enfrenta el desafío de mantener la cohesión mientras busca proyectar una imagen alineada con las prioridades electorales. Para Milei, avanzar en gestos concretos contra «la casta» será crucial para reforzar su posición frente a un electorado crítico con la clase política.
La resolución de este conflicto será observada de cerca, ya que podría marcar un precedente sobre cómo el Ejecutivo y el Legislativo gestionan sus diferencias en un año políticamente sensible.
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