Miles de iraníes se congregan para rendir homenaje al presidente fallecido y a los acompañantes que perdieron la vida en un trágico accidente de helicóptero.
Durante cinco días de duelo nacional, Irán se ha sumido en el luto por la trágica pérdida del presidente Ebrahim Raisí y otras víctimas que perdieron la vida en un accidente de helicóptero. En la ciudad de Tabriz, capital de la provincia de Azerbaiyán Oriental y cercana al lugar del accidente, se han llevado a cabo emotivas ceremonias en memoria de los fallecidos.
Un camión transporta los ataúdes de ocho de las nueve víctimas hacia la gran mezquita Mosala, mientras multitudes acompañan el cortejo fúnebre con rituales religiosos y lágrimas. Las calles de Tabriz se llenaron de personas con turbantes y fotografías de Raisí, mientras los comercios, colegios y oficinas gubernamentales cerraban en señal de duelo.
Después de los actos en Tabriz, los ataúdes serán llevados a la ciudad sagrada de Qom y luego a Teherán, donde se espera la asistencia de autoridades extranjeras en una jornada no laboral en todo el país. Posteriormente, se llevará a cabo un funeral en la ciudad de Birjand, donde se enterrarán los cuerpos en la ciudad sagrada de Mashad.
El accidente, causado por un fallo técnico, también cobró la vida del gobernador de Azerbaiyán Oriental, el líder de los rezos de los viernes de Tabriz, dos pilotos, un asistente de vuelo, el jefe de seguridad presidencial y un guardia. En este contexto, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, aprobó el nombramiento del vicepresidente primero, Mohamad Mojber, como presidente interino del país, mientras se acerca la fecha de las elecciones presidenciales el 28 de junio.
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