El peso argentino lidera la apreciación monetaria global en 2024 con un alza del 40,1%

El peso argentino se posicionó como la moneda más fortalecida del mundo en los primeros diez meses de 2024, superando a la lira turca y a otras divisas destacadas. Según GMA Capital, el modelo cambiario con control de devaluación explica este fenómeno, aunque plantea desafíos para la competitividad y el sector externo.
El peso argentino alcanzó el primer puesto en el ranking global de apreciación monetaria durante los primeros diez meses de 2024, registrando un aumento del 40,1%. Este desempeño sobresalió frente al de otras monedas, como la lira turca, que se valorizó un 16,5%, y las divisas de Malasia, Sudáfrica y Tailandia, que completaron los primeros lugares del listado, según un informe de GMA Capital basado en datos del Bank for International Settlements (BIS).

En el otro extremo, el real brasileño, principal moneda del socio comercial de Argentina en el Mercosur, sufrió una devaluación cercana al 13%. Entre las monedas más depreciadas también se encuentran el peso mexicano, el forinto húngaro, y las divisas de países como Corea del Sur, Suecia, Chile y Japón.

El fenómeno de la apreciación del peso argentino se atribuye principalmente al esquema cambiario vigente, caracterizado por un control estricto y un ritmo de devaluación mensual del 2%. Este ajuste se ha mantenido significativamente por debajo de la inflación registrada a lo largo del año. Sin embargo, esta política ha llevado al tipo de cambio real multilateral (TCRM), indicador de la competitividad económica, a sus niveles más bajos desde 2015, acercándose a los valores de fines de 2001.

El impacto de este modelo sobre el sector externo ha sido significativo. Durante el tercer trimestre de 2024, el saldo de cuenta corriente arrojó un déficit de USD 3.636 millones, con un tipo de cambio promedio de $1.080 por dólar. «La cuenta corriente ya comienza a sufrir. ¿Qué queda para lo que vendrá?», cuestionó GMA Capital en su informe.

En términos de competitividad, GMA Capital señaló que los costos laborales en dólares, aunque más bajos que en períodos históricos recientes, no representan un obstáculo insalvable. Los salarios medidos al tipo de cambio mayorista rondan los USD 1.100, comparables con los niveles del bienio 2008-2009, pero alejados de los picos registrados entre 2013 y 2015.

Las autoridades avanzan en una agenda de desregulación económica y reducción del gasto público, con miras a reformas estructurales, como la laboral. Según GMA, estas medidas podrían permitir a Argentina mantener un tipo de cambio apreciado sin comprometer la sostenibilidad económica, aunque el panorama sigue siendo complejo y depende de múltiples factores internos y externos.

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