El huracán «Otis» de categoría 5 dejó serias consecuencias en la ciudad de Acapulco

El gran daño generado, en especial en el estado de Guerrero dónde se ven imágenes preocupantes, como el desabastecimiento y los saqueos en los comercios de la zona.

Como si fuera poco, una comparación de imágenes satelitales deja en evidencia el arrasador impacto que tuvo.

Según los registros, el huracán tuvo vientos de 256 km/h que incluyeron ráfagas similares a las de un tornado EF3 de movimiento lento y 48 km. Está claro que es el más fuerte que se vivió desde que hay registros y los problemas que generó quedaron a la vista, desde edificios dañados hasta hospitales con serios problemas de infraestructura. 

También hay un grupo de desaparecidos y cabe mencionar que Acapulco es una ciudad turística, por lo que intentaba lucirse y mostrar una de las mejores versiones de México, algo que se vio arrasado por el impacto del fenómeno.

Según lo informado por CNN, se calcula que el 80% de los hoteles en la ciudad fueron dañados de manera grave. «Esta es una situación caótica, un escenario devastador con daños no cuantificables. No hay energía, toda la red eléctrica está semidestruida o totalmente destruida”, detalló con preocupación Jorge Laurel, expresidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco.

Cabe mencionar que la situación tomó por sorpresa a muchos turistas, en especial por la velocidad en que el fenómeno aumentó su intensidad y tocó tierra en el estado de Guerrero. Según lo estimado por Laurel, unos 40.000 turistas se encontraban en la región cuando se encontraron con el poderoso huracán.

Andrés Manuel López Obrador comenzó a trabajar en los daños sufridos y brindó distintas conferencias de prensa. Desde el estado mexicano, decidieron abrir el aeropuerto de Acapulco para realizar vuelos que permitan evacuar la zona, además de acercar suministros para los habitantes del lugar.

Todo indica que la recuperación del lugar tomará un largo tiempo, en especial por las evidencias que quedaron de los daños ocasionados por Otis. En esa línea, Laurel indició que “Acapulco necesita mucha ayuda, el gobierno federal necesita poner toda su atención aquí, la reconstrucción llevará mucho tiempo, se requiere mucha inversión y muchos programas de apoyo”.

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