El autor de un ataque armado en 2018 en una sinagoga de Pittsburgh, fue condenado a muerte

Ocurrió en Pensilvania, el atentado más sangriento contra la comunidad judía en la historia de Estados Unidos.

Los miembros del jurado pasaron cerca de 10 horas deliberando su decisión, ya que tenía que ser unánime para imponer la pena de muerte o, de lo contrario, Bowers recibiría la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Los 12 miembros del jurado votaron por unanimidad a favor de la pena capital contra Robert Bowers, un camionero blanco que fue declarado culpable de cometer 11 asesinatos el 27 de octubre de 2018 en la sinagoga Árbol de la Vida, en el barrio de Squirrel Hill, un delito agravado por la calificación de acto antisemita.

“En los años que hemos pasado esperando que se lleve a cabo este juicio, muchos de nosotros nos hemos quedado estancados”, escribió el rabino Jeffrey Myers en un comunicado replicado por la cadena de noticias CNN. Tras darse a conocer la condena, los líderes de la congregación Árbol de la Vida, incluido un rabino que sobrevivió al tiroteo masivo en la sinagoga, dijeron que esperaban que la comunidad pudiera sanar y seguir adelante.

Primera sentencia

Esta es la primera sentencia de muerte bajo el Gobierno de Biden, luego de que el juicio de Sayfullo Saipov, el hombre condenado en el ataque terrorista de 2017 que mató a ocho personas en Manhattan, terminara con una cadena perpetua.

En junio pasado, los 12 miembros del tribunal federal sentenciaron a Bowers, de 50 años, por 63 cargos, incluyendo asesinato múltiple y delito de odio. El 27 de octubre de 2018 abrió fuego de forma indiscriminada en el interior del lugar con el fusil de asalto AR-15 y tres pistolas más que llevaba consigo y al grito de «todos los judíos deben morir».

La sinagoga se encontraba en un barrio históricamente judío de Pittsburgh, que cuenta con una de las poblaciones que profesan esa religión más grandes y antiguas del país. El tirador tenía como objetivo ese lugar «para maximizar la devastación, aumentar el daño de sus crímenes e infundir miedo dentro de las comunidades judías locales, nacionales e internacionales», afirmaron los fiscales en aquel momento.

La masacre ocurrió en plena celebración del Shabbat, día sagrado de descanso para los judíos. Antes del ataque, Bowers había manifestado en la web fuertes expresiones antisemitas.