Vladimir Putin, se dirigió brevemente a la nación en con cara de enfado, prometiendo castigar a “los que siguieron el camino de la traición”

La larga disputa entre los señores de la guerra rusos ha estallado en una revuelta abierta, con mercenarios de Wagner tomando el control de una base militar en la ciudad suroccidental de Rostov del Don.

Cerca de la frontera con Ucrania, y luchando contra el ejército regular en la región de Voronezh, al norte. Entre acusaciones de ataques internos, traición e insurrección, y señales de que ha empezado a perder el control de sus subordinados, el Presidente Vladimir Putin, se dirigió brevemente a la nación en la mañana del 24 de junio. Con cara de enfado y conmocionado, prometió castigar a “los que siguieron el camino de la traición”, y afirmó que las fuerzas armadas habían recibido las “órdenes necesarias” para sofocar el motín de Wagner.

La rebelión de Wagner comenzó con una serie de mensajes de vídeo de Yevgeny Prigozhin, jefe del grupo, en los que acusaba al ejército ruso de atacar a sus fuerzas. Prometió hacer marchar a miles de sus combatientes para hacer frente a sus enemigos, lo que llevó a las autoridades a acusarlo de insurrección. Los generales, de aspecto incierto, publicaron vídeos en los que suplicaban a las tropas de Wagner que permanecieran leales, pero de poco sirvieron. Al amanecer del 24 de junio, imágenes en las redes sociales mostraban a tropas de combate, aparentemente de Wagner, rodeando lugares clave de Rostov del Don, incluida la sede del Distrito Militar Sur, que supervisa la guerra en Ucrania. En un vídeo, los curiosos los observaban mientras un barrendero trabajaba a su alrededor.

Poco después, Prigozhin fue filmado en el exterior de lo que parece ser un edificio militar, calificando a los generales rusos de “payasos”. Declaró que se les permitiría seguir llevando a cabo la guerra en Ucrania, pero exigió que los altos mandos vinieran a hablar con él; de lo contrario, marcharía sobre Moscú. Las cosas parecían más tensas cientos de kilómetros más al norte, en la ciudad de Pavlovsk, donde aparecían vídeos que mostraban combates con helicópteros. Wagner afirmó haber derribado uno y que unidades del ejército dejaron pasar a sus fuerzas. Los medios de comunicación oficiales rusos no informaron de lo sucedido en Rostov del Don pero, para aumentar el aire surrealista, la agencia de noticias Tass publicó fotos de los soldados identificándolos (en inglés) como combatientes de Wagner.

Las fuerzas ucranianas, cuya contraofensiva, lanzada a principios de este mes, sólo ha progresado lentamente, estarán encantadas con la desorganización en las filas de su enemigo. Queda por ver si son capaces de aprovecharlo militarmente. Rusia afirmó que las tropas ucranianas estaban “aprovechando la provocación de Prigozhin” al concentrarse para un ataque cerca de Bakhmut, escenario de muchos combates sangrientos en los que participó Wagner.

Los mandos ucranianos afirman que aún no han comprometido el grueso de sus fuerzas y que siguen buscando puntos débiles. Pero, al parecer, ya han presionado lo suficiente a Rusia como para sembrar el caos entre sus mandos militares.

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