Uruguay levantó la emergencia hídrica que había decretado,luego de meses de una sequía histórica

La crisis encendió las alarmas en Montevideo y alrededores y el gobierno consideró que las últimas lluvias garantizan el agua potable en todo el país.

En un acto en la embajada de Paraguay en la capital uruguaya, Lacalle Pou confirmó que firmó el decreto que pone fin a una emergencia que le costó al Estado cerca de 70 millones de dólares, según sus cálculos preliminares.

«Hoy podemos con cierta tranquilidad ver los días que tenemos por delante con un muy buen abastecimiento de agua», dijo el presidente Luis Lacalle Pou a la prensa, al confirmar que ya firmó el decreto que levantaba el estado de emergencia. «Se sigue llenando, entre otros, Paso Severino», acotó el mandatario, en alusión a la represa que acumula la mayor reserva de agua dulce del país.

Según el diario El Observador, el decreto que pone fin a la medida destaca que las recientes precipitaciones en la región permitieron que recuperaran su caudal los cursos y las principales reservas de agua utilizadas para abastecer a la población.

Además, el presidente consideró «notoria» la mejora en la calidad del agua suministrada por la empresa Obras Sanitarias del Estado (OSE) a la red pública, que durante los últimos meses tuvo altos niveles de salinidad y cloruros, debido a la necesidad de recurrir al Río de la Plata, un estuario con agua salada.

La crisis hídrica 

El pasado 19 de junio, el Gobierno de Uruguay decretó la emergencia hídrica en el área metropolitana y llevó adelante diversas medidas para garantizar a la población el acceso al agua potable

La emergencia implicaba cuestiones de carácter práctico, como la centralización de la comunicación sobre la situación, la distribución de suministro a población vulnerable y la exoneración de impuestos para el agua embotellada.

Frente a esto, el presidente del país Lacalle Pou ordenó instalar una planta desalinizadora y una estación de bombeo desde uno de los principales ríos del país. Esta medida abastecerá a toda la zona metropolitana, ya que tiene una capacidad de procesamiento de 300.000 litros y de potabilizar 150.000 litros por día.

Este fenómeno natural, provocó una «continua disminución de la calidad del agua» que puso en alerta a la ONU, que calificó la situación de “alarmante” que afecta a los grupos más vulnerables de la sociedad. La crisis hídrica hizo que los bidones de 6,25 litros de agua dulce pasaron de costar 129 pesos uruguayos (3,27 dólares) a 89 pesos uruguayos (2,25 dólares).

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