Un reciente estudio científico, reveló que en el año 2100, 5.500 millones de personas estarán expuestas a aguas contaminadas

En la medida que la población mundial continua en constante crecimiento, existe una problemática de vital sobre el futuro de algunas regiones: el acceso al agua limpia y segura.

Si bien en los países desarrollados se espera una mejora en la calidad del agua, un estudio liderado por especialistas de la Universidad de Utrecht, Países Bajos, mostró una preocupante advertencia para las naciones más pobres. Las perspectivas para estas regiones son sombrías, con un aumento proyectado en la contaminación de las aguas superficiales en el África subsahariana.

El investigador en gestión de la calidad del agua de la Universidad de Venda en Thohoyandou, Sudáfrica, Joshua Edokpayi, expresó su preocupación y señaló que, sin una inversión adecuada en infraestructura y tratamiento del agua, “definitivamente estamos sentados sobre una bomba de relojería”.

Las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicaron que, actualmente, dos mil millones de personas en todo el mundo luchan por acceder al agua potable. La región de Asia Oriental y el Pacífico enfrentó, en las últimas décadas, una creciente contaminación de las aguas superficiales debido a la industrialización y el aumento de la población, lo que generó una mayor demanda de agua en áreas con infraestructura insuficiente.

El estudio dirigido por el científico Edward Jones, de la Universidad de Utrecht, destacó la importancia del desarrollo equitativo y sostenible, especialmente en las regiones que enfrentarán los mayores desafíos. Mediante un nuevo modelo global, los investigadores evaluaron cómo el cambio climático y los desarrollos sociales podrían afectar la calidad del agua superficial para finales de siglo.

En sus proyecciones, los investigadores encontraron que, en todos los escenarios, la calidad del agua empeorará en países de América del Sur África subsahariana con economías emergentes. Por el contrario, en muchos países ricos, se espera una disminución en los niveles de contaminantes orgánicos y sustancias perjudiciales gracias a la mejora en el tratamiento del agua.

Las consecuencias

Lamentablemente, la contaminación orgánica del agua en el África se cuadruplicará para el año 2100, dejando a 1500 millones de personas expuestas a aguas no seguras. Además, el deterioro de la calidad del agua en el sur de AsiaMedio Oriente y África del Norte también aumentará la exposición a la contaminación en esas regiones.

Este panorama conlleva numerosos desafíos, ya que las enfermedades derivadas del consumo de agua contaminada con patógenos representan un riesgo significativo para las poblaciones humanas. Con una población mundial en aumento, garantizar el acceso a agua de calidad para riego es de suma importancia. 

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