Tras 10 años de investigación por la muerte del Fiscal Nisman, la Justicia refuerza la hipótesis de asesinato y sigue la pista de los espías
El fiscal Eduardo Taiano asegura tener pruebas que apuntan a un homicidio y aguarda la desclasificación de documentos de inteligencia para avanzar en la identificación de los responsables.
A una década del hecho que conmocionó al país, la Justicia avanza con fuerza sobre la hipótesis de asesinato en el caso que involucra a altos intereses políticos y de inteligencia. El fiscal Eduardo Taiano afirmó que cuenta con elementos sólidos para respaldar que se trató de un homicidio y no de un suicidio, como se había planteado inicialmente.
En declaraciones recientes, Taiano explicó que la clave para esclarecer el caso radica en la desclasificación de documentos de inteligencia, los cuales podrían aportar información crucial sobre los posibles involucrados. «Tenemos indicios concretos de que agentes vinculados al mundo del espionaje habrían estado implicados en el hecho», señaló el fiscal.
La investigación, que ha atravesado innumerables obstáculos y controversias, se reactivó en los últimos años tras la incorporación de nuevas pericias y testimonios. Organismos de derechos humanos y sectores de la sociedad civil han presionado para que se llegue a la verdad, exigiendo justicia en un caso que simboliza la impunidad y el secreto en el ámbito estatal.
El próximo paso será determinar si los documentos desclasificados permiten identificar a los responsables directos y esclarecer el móvil detrás del crimen. La causa, que sigue despertando un alto interés público, representa un desafío para el sistema judicial en su lucha contra la impunidad.


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