La noticia tomó por sorpresa incluso a su equipo médico, que evalúa las mejores opciones de tratamiento debido a las posibles complicaciones que implica la condición.
El ex presidente de Estados Unidos, Joe Biden, enfrenta una enfermedad grave que ha generado alarma a nivel internacional. La novedad sorprendió incluso a su equipo médico, que ahora trabaja en determinar la mejor estrategia de tratamiento para manejar la situación y minimizar las posibles consecuencias de la enfermedad.
Este acontecimiento genera incertidumbre sobre el estado de salud de Biden y las implicancias que pueda tener en su vida personal y en el escenario político, dado su rol como figura pública de gran influencia en la política estadounidense y mundial.
La enfermedad de Joe Biden
El diagnóstico para el expresidente es grave. No sólo porque se trata de un tumor, sino porque, además, presenta un alto nivel de agresividad. A tal punto, que ya se sabe que tiene metástasis en los huesos cercanos a la próstata.
El diagnóstico se produjo después de que Biden presentara síntomas urinarios. Esto hizo que fuera sometido a diferentes exámenes y análisis. Finalmente, los médicos encontraron un «pequeño nódulo» en la próstata. Sin embargo, el tamaño no representa nada con relación a su malignidad: es muy agresivo.
El tumor hallado tiene una puntuación de 9 en la «escala Gleason» (donde 10 es lo máximo). Además, ya se constato que tiene metástasis ósea, según el comunicado del equipo médico de Biden. El cáncer se encuentra en estadio 4, lo que significa que se ha extendido. «Si bien esto representa una forma más agresiva de la enfermedad, el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo que permite un manejo eficaz», según el comunicado del expresidente. #EnfermedaddeJoeBiden

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