Polémica por el escándalo cripto: el Gobierno debe dar explicaciones, pero el kirchnerismo no puede hablar de corrupción

El oficialismo enfrenta cuestionamientos por el caso Libra, mientras desde el kirchnerismo intentan capitalizar la situación pese a sus propios antecedentes judiciales.

El escándalo en torno a la empresa cripto Libra ha puesto al Gobierno de Javier Milei en la mira, con acusaciones sobre un posible esquema fraudulento y el uso de fondos para facilitar reuniones con empresarios. La situación generó preocupación en la administración libertaria, que ahora debe esclarecer lo ocurrido y deslindar responsabilidades.

Sin embargo, la embestida kirchnerista contra el Gobierno por este tema resulta llamativa, considerando el historial de corrupción de muchos de sus dirigentes. Con condenas firmes por el desvío de fondos públicos y escándalos de corrupción multimillonarios, el intento de señalar a la actual gestión suena más a oportunismo político que a una genuina búsqueda de justicia.

El Gobierno en la mira

Si bien Milei no está directamente involucrado, su administración debe responder sobre el rol de sus funcionarios en el caso Libra. Las sospechas de que la plataforma cripto pudo haber financiado encuentros entre empresarios y el Presidente deben ser investigadas a fondo, y el propio Milei debería tomar medidas drásticas para despegarse de cualquier irregularidad.

En este sentido, la transparencia es clave. El oficialismo necesita diferenciarse de gobiernos anteriores y demostrar que no hay lugar para la corrupción ni los privilegios en su gestión.

El kirchnerismo y un pasado que pesa

Por otro lado, las críticas provenientes del kirchnerismo resultan contradictorias. Exfuncionarios de esa fuerza han sido condenados por delitos de corrupción, incluyendo la malversación de fondos públicos, el pago de sobreprecios en obras y el direccionamiento de contratos. Casos emblemáticos como el de los bolsos de José López, la causa Vialidad y los negocios turbios con empresarios afines dejan en evidencia la hipocresía de quienes hoy acusan al Gobierno.

Si la oposición realmente quiere que se investigue lo sucedido con Libra, debería apoyar un proceso transparente sin intentar sacar rédito político de una situación que aún debe esclarecerse.

La importancia de llegar a la verdad

Más allá de las acusaciones cruzadas, lo fundamental es que la Justicia y los organismos de control actúen con independencia. Si hubo irregularidades en el caso Libra, deben ser expuestas y sancionadas. Pero también es necesario que la discusión sobre corrupción sea seria y no utilizada como una herramienta partidaria.

Javier Milei tiene ahora la oportunidad de marcar una diferencia con el pasado. Si quiere sostener su discurso de cambio y transparencia, deberá garantizar que en su Gobierno no haya lugar para la opacidad ni los manejos turbios, sin importar quiénes sean los involucrados.

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