La implementación del «self service» en estaciones de servicio genera críticas por su impacto en el empleo, la seguridad y el medio ambiente. Empresarios y gremios alertan sobre los desafíos y riesgos de la medida propuesta por Federico Sturzenegger.
El anuncio del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sobre la habilitación del autodespacho de combustibles en las estaciones de servicio ha generado una fuerte reacción de empresarios, gremios y especialistas del sector. Según explicó Sturzenegger durante un evento del «Club del Petróleo», el decreto que regulará esta modalidad está listo y se implementará en las próximas semanas como parte del programa de desregulación de la gestión de Javier Milei.
El funcionario defendió la medida al señalar que busca promover la libertad comercial y facilitar el acceso al autoabastecimiento, pero las críticas no tardaron en llegar.
Impacto en el empleo y la seguridad
El presidente de la Federación de Entidades de Combustibles (FEC), Juan Carlos Basílico, advirtió que el Gobierno «subestima los riesgos asociados» al autodespacho. Según el dirigente, los playeros están capacitados para manejar situaciones críticas relacionadas con la carga de combustibles, un conocimiento que no tendría el usuario promedio. También alertó sobre la posible pérdida de empleos, señalando que “la automatización podría dejar sin trabajo a miles de personas”.
Por su parte, Alejandro Di Palma, coordinador de Estacioneros Autoconvocados, consideró que la iniciativa «carece de una estrategia de transición como la implementada en países donde el self-service es exitoso».
Cuestiones legales y gremiales
Desde el Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicio (SOESGyPE), que lidera Carlos Acuña, adelantaron que se opondrán a la medida. La cláusula del convenio colectivo de trabajo que exige que la carga sea realizada por personal calificado podría ser un obstáculo para la implementación. «Si el Gobierno pretende avanzar sin acuerdo, este conflicto terminará en los tribunales», aseguró una fuente del gremio.
Desafíos ambientales y tecnológicos
Tanto Basílico como Di Palma señalaron la necesidad de ajustar las regulaciones ambientales y de seguridad antes de habilitar el autodespacho. Además, destacaron que aunque las estaciones podrían adaptarse tecnológicamente, los cambios podrían perjudicar a las más pequeñas, facilitando su absorción por grandes petroleras.
Un antecedente fallido
Basílico recordó que un proyecto piloto de autodespacho en la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Mauricio Macri fracasó debido a la baja aceptación de los usuarios y a problemas operativos.
Si bien Sturzenegger aseguró que la medida busca «ampliar libertades», las críticas apuntan a la falta de un análisis exhaustivo y a los riesgos asociados. En este contexto, el debate promete ser largo y con fuertes tensiones entre el Gobierno, empresarios, trabajadores y usuarios.
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