Luchó contra la dictadura y llegó a la presidencia, convirtiéndose en un ícono regional. Su legado será recordado por su sencillez y compromiso social.
José “Pepe” Mujica, exmandatario de Uruguay, falleció a los 89 años. Su vida estuvo marcada por la resistencia durante la dictadura uruguaya y su lucha por la democracia, que culminó con su elección como presidente. Mujica se consolidó como un referente en la región por su sencillez, autenticidad y compromiso social.
El actual mandatario, Yamandú Orsi, expresó su despedida con emotivas palabras: “Te vamos a extrañar mucho, viejo querido”. Su legado perdurará en la historia política y social de Uruguay y América Latina.
Quién fue José “Pepe” Mujica
José Alberto “Pepe” Mujica Cordano nació el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, Uruguay. 75 años después, fue elegido como el cuadragésimo presidente de la República Oriental del Uruguay. Entre un momento y otro, hay una vida rica en contrastes, posturas comprometedoras y otras celebradas, junto con un imaginario que resuena en distintas generaciones.
Su carrera empezó en el Partido Nacional, cuando entre 1955 y 1956, luego de cumplir 20 años, comenzó a militar en ese sector. Sin embargo, su formación política inició mucho antes. Fue en la casa, donde su mamá, Lucy Cordano, descendiente de inmigrantes italianos, y su tío materno, Ángel Cordano, lo instruyeron sobre la formación nacionalista. Sobre todo, Ángel, una persona recordada como “un nacionalista y peronista con preocupaciones intelectuales” que “tuvo influencia sobre ‘Pepe’”, según La Red 21.
Su etapa en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros
Durante sus primeros años de carrera política, una de figuras que alimentaron el imaginario de José “Pepe” Mujica fue Raúl Sendic, quien fue uno de los miembros fundadores del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros.
En un breve documental de la Televisión Pública Argentina, se recordó que Mujica escribió “un sentido texto” sobre Sendic. En este, había una frase que podría servir para describir parte de su carácter y filosofía política: “Esta lucha no es para apuraditos. Es para consecuentes. Si se pierde el camino al corazón de las masas, todo lo demás es mera filosofía de boliche”.
Luego de sumarse al MLN, Mujica logró convertirse en uno de sus principales dirigentes “que durante fines de la década del 60 protagonizó una guerrilla que buscaba imponer el socialismo por la vía armada”, según BBC Mundo. En 1964 fue detenido por primera vez, durante un asalto frustrado. Estuvo en la cárcel durante ocho meses. Cinco años después, en 1969, pasó a la clandestinidad.
Ese fue el año de “La Toma de Pando”. En un archivo que se puede consultar en la plataforma de Sitios de Memoria Uruguay, se explicó lo siguiente: “El 8 de octubre de 1969, la pequeña ciudad de Pando pasó al primer plano de la notoriedad, cuando los teletipos de las agencias noticiosas anunciaron, en todo el mundo, su copamiento por parte de comandos armados del Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros). Medio centenar de integrantes de los grupos de guerrilla urbana llevaron a cabo una sincronizada acción a solo 22 quilómetros de distancia de Montevideo”. Esto derivó en un enfrentamiento con fuerzas policiales, que “descargaron rápida ofensiva, alcanzando a la columna guerrillera en su retirada”.
Su etapa en el Movimiento de Participación Popular y el Frente Amplio
En libertad, y junto con algunos exmiembros del MLN, José “Pepe” Mujica creó el Movimiento de Participación Popular en 1989. Ideológicamente, este partido se alineó a la izquierda y, en ese momento, formó parte de la coalición de partidos Frente Amplio, que se mantiene hasta la actualidad. Ese año fue elegido diputado y, luego, senador.
Entre 1989 y 2005, el crecimiento del Frente Amplio en el país “fue sostenido en las elecciones subsiguientes hasta convertirse, en 2005, en la fuerza más votada dentro de la izquierda”, de acuerdo con BBC Mundo. Mientras tanto, la figura Mujica también fue creciendo. El presidente de ese entonces, Tabaré Vásquez, lo nombró Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca en 2005. Eran días en los que, en el Palacio Legislativo del Uruguay o en las inmediaciones del Ministerio, se podía ver al referente llegando a trabajar en una motocicleta Yamaha.
Mujica aprovechó la ocasión para dejar una suerte de manifiesto. “En política no hay sucesión; hay causas. Los hombres y las mujeres pasamos. Algunas causas sobrevien y se tienen que transformar. Lo único permanente es el cambio. La biología impone cambios. Pero también tiene que haber una actitud de cambio, de dar oportunidad a nuevas generaciones, construir, ayudar a construir el porvenir, ya que la vida se nos va y es inevitable. Pero las causas quedan. (…) He pasado de todo. Pero no le tengo odio a nadie. Le quiero transmitir a los jóvenes: hay que darle gracias a la vida. Triunfar en la vida no es ganar; es levantarse y volver a a empezar que uno caiga”, dijo. #MurioPepeMijica

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