Los secretos detrás del nuevo «Cuota Simple»: por qué ahora es más caro pese a la baja de tasas

El programa de financiamiento presenta costos mayores para los consumidores, incluso con la reducción en las tasas de interés. Analizamos las razones detrás del encarecimiento.

El nuevo programa «Cuota Simple», diseñado para facilitar la financiación de compras en cuotas, genera preocupación entre los consumidores al resultar más caro de lo esperado, a pesar de la reciente baja en las tasas de interés anunciada por el Gobierno.

El objetivo del plan es ofrecer financiamiento en hasta 12 cuotas con tasas accesibles, pero los costos finales han aumentado debido a varios factores. Según especialistas, la clave está en la combinación de ajustes en las comisiones de los bancos, los costos de administración y la inflación acumulada, que sigue siendo alta a pesar de la desaceleración reciente.

Otro punto crítico es la incorporación de costos adicionales en la cadena comercial. Los comercios, que enfrentan márgenes reducidos por el contexto económico, han trasladado parte de los costos financieros al precio final de los productos, impactando directamente en los consumidores.

Además, la estructura del programa establece que el cálculo de las cuotas incluye un componente de riesgo que cubre posibles incumplimientos, encareciendo el monto total a pagar. Esto ha generado una brecha entre la percepción inicial de tasas bajas y los valores finales que enfrentan los usuarios.

Desde el sector financiero explican que el encarecimiento podría moderarse en los próximos meses si la inflación sigue desacelerándose y si se implementan ajustes en la regulación que permitan una distribución más equilibrada de los costos entre consumidores y comercios.

En este contexto, los usuarios deben ser cautelosos al optar por financiar compras con «Cuota Simple». Los expertos recomiendan analizar detalladamente el costo financiero total (CFT) y evaluar si es preferible postergar compras o buscar alternativas de financiamiento más económicas.

Mientras tanto, el Gobierno ha prometido revisar el programa y trabajar con entidades financieras y comerciales para asegurar que el sistema cumpla con su propósito original: hacer más accesibles las compras a crédito sin perjudicar el bolsillo de los argentinos.