Los pilares del plan económico que comenzará a desandar el gobierno de Javier Milei que implementará Luis “Toto” Caputo

Cuatro columnas asoman que desde mañana llevará un duro ajuste fiscal que lleve a las cuentas públicas de inmediato al equilibrio.

También habrá una devaluación del tipo de cambio que aleje al dólar oficial de los $364 actuales, una liberación de precios relativos como los de tarifas o combustibles y de otros como los de consumo masivo en supermercados y eliminar los pasivos remunerados del Banco Central como primer paso para la eliminación del cepo.

El jefe de Estado, en la explanada del Congreso nacional, aseguró que “no hay alternativa” al ajuste y al shock con medidas iniciales fuertes para afrontar la crisis y la herencia que calificó como “la peor de la historia”.

Aseguró, sin embargo, que ese ajuste será ordenado y que caerá sobre “el Estado y no sobre el sector privado”. “La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y al shock, naturalmente eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”, dijo.

Con una serie de urgencias que sobrevuelan en términos de inflación, flaqueza de reservas, cepo cambiario y déficit fiscal, en el marco de indicadores sociales en situación crítica, el nuevo equipo económico imprimirá una nueva dirección con sus primeras maniobras al timón de Hacienda.

Ajuste fiscal

El recorte rápido del gasto público parece ser la primera medida que Milei implementará en el inicio de su hoja de ruta económica. Es una iniciativa que ya tiene números concretos: para el jefe de Estado la poda fiscal debería rondar el 5% del Producto Bruto, para llevar a las cuentas públicas a terreno de equilibrio a lo largo del primer año de gobierno.

“El kirchnerismo que en sus inicios se jactaba de tener superávit gemelos, hoy deja déficit gemelos por 17% del PBI, 15% consolidado entre Tesoro y el Banco Central”, enumeró Milei durante su discurso en la explanada del Congreso. “La solución implica un ajuste fiscal en el sector público del 5% del PBI, que a diferencia de antes, va a caer casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”, arengó.

No necesitaría, a priori, para implementar un plan de esta naturaleza, autorización del Congreso o aprobación de leyes, ya que una parte del gasto es “flexible” (a diferencia de otros que están atados a normas parlamentarias como las jubilaciones, programas sociales o algunas transferencias a provincias) y puede ser recortado por decisión ejecutiva.

Los sectores sobre los que podría pasar la motosierra son discutidos, pero subsidios, transferencias a provincias y obra pública aparecen como los candidatos a sufrir esa poda. Algunas estudios privados, entre ellos LCG, analizaron qué formato podría tener un ajuste como el que aspira a hacer Javier Milei en su primer año de mandato para alcanzar de inmediato el equilibrio fiscal.

Para LCG, en 2024 esa reducción debería ser de 4,4% del PBI, mientras que Analytica proyecta que la poda total a lo largo del año próximo alcanzaría a 3,6% del PBI “explicado por una reducción de 2,5 puntos en los gastos corrientes y de 1,1 puntos en los de capital”, mencionaron.

Pasivos remunerados del BCRA

Es, según la cosmovisión de Milei, el principal obstáculo para la liberación del cepo cambiario: si no terminara con las Leliq y los pases pasivos, un desarme de los controles al a acceso al dólar podría volcar masivamente esos pesos a la moneda norteamericana y exponer a la economía a un riesgo hiperinflacionario.

En los últimos días la masa de deuda remunerada de la autoridad monetaria empezó a “mutar” de forma, desde Leliq a pases o como pesos sin ser colocados en títulos del BCRA. Un estudio de la consultora EcoGo precisó que “desde la semana previa al balotaje (10/11/23), los bancos están empezando a ver un deterioro de su fondeo, con salidas en términos reales del 28,6% de las cuentas remuneradas y de 13,6% de los fondos mayoristas. La caída en los depósitos a plazo fijo minoristas es significativamente menor (9,1% acumulado), aunque el retroceso acumulado en el último año es mucho mayor (35,3% versus 24,4% de las empresas)”.

Es la primera misión que tendrá Luis Caputo como ministro de Economía. Aún resta determinar de qué manera el Tesoro podría pasar a ser el deudor de esos pasivos en lugar del Banco Central, si a través de un canje por títulos públicos o con otro mecanismo. En La Libertad Avanza hablan de una solución “de mercado” y no compulsiva.

Liberación de precios

Parte del ajuste fiscal llegará por la vía de la disminución de la cuenta de subsidios, lo que implicará en una primera instancia aumentos considerables de las tarifas de servicios públicos como luz, gas o incluso transporte, con una hoja de ruta y rapidez todavía a determinar.

De esa manera, el Gobierno de Milei buscará que más temprano que tarde los precios del boletas que pagan los usuarios -residenciales o comerciales- cubran un porcentaje mayor del costo de generación de la energía. El presidente había asegurado a lo largo de la campaña que sostendría la tarifa social.

En las naftas también hubo incrementos este mismo fin de semana. La petrolera YPF, que tiene la posición más importante en el mercado local, aumentó sus precios un 30% este mediodía. De esta manera, se sumó al incremento del 15% de Shell.

Otros precios que funcionan bajo controles oficiales también serían liberados de inmediato. El paraguas del programa Precios Justos será cerrado y las empresas productoras de bienes de primera necesidad tendrán, a priori, vía libre para pasar al precio en góndola el costo de su producción. Ya hubo incrementos marcados en los supermercados en los últimos días de la transición entre el saliente gobierno de Alberto Fernández y el de Milei.

Los incrementos son generalizados: consumo masivo, ferretería, materiales para la construcción, productos electrónicos, insumos difundidos, entre otros. La falta de entregas de mercadería, los remitos abiertos y las listas condicionadas a un eventual salto del tipo de cambio oficial a partir del lunes están a la orden del día. La devaluación es, precisamente, el cuarto elemento y posiblemente el más inmediato del plan Milei-Caputo.

Dólar

El mercado descuenta desde hace tiempo un salto discreto del dólar oficial. El rango de las especulaciones van desde los 650 hasta los 800 pesos. Sería un ajuste cambiario de al menos 80%, para arrancar la gestión con una menor brecha cambiaria, inferior al 40 por ciento.

Un anuncio de esta naturaleza podría ser oficializada este lunes a primera hora, antes de la apertura de los mercados. Sería, en todo caso, un primer paso hacia la unificación cambiaria, algo que se especula podría completarse más adelante. Una pregunta que sobrevuela es si tras una devaluación fuerte habrá una libre flotación de ese tipo de cambio o habrá un esquema más rígido, respaldado por reservas.

El nuevo tipo de cambio oficial provocará en un primer momento fuertes presiones de precios, sobre todo en sectores que aún están referenciados a ese valor. El caso más claro es el de alimentos y bebidas.

Las paridades bursátiles quedaron al cierre del jueves, el último día hábil, en torno de los $1000: el dólar “blue” cerró a $990 -había tocado los $1.000 por la tarde-, mientras que el dólar “ahorro” -con una carga tributaria del 155%- promedió $996,97, con cotizaciones por arriba de mil en el Banco Nación ($1.021,28), el Banco Santander ($1.085,03) y el HSBC ($1.045,50).

COMENTARIOS

Los comentarios están cerrados.