Un informe de la Facultad de Agronomía de la UBA destaca las lluvias excepcionales del último mes, que favorecieron la siembra de maíz y soja. El verano promete temperaturas elevadas y precipitaciones normales, mientras persiste la incertidumbre por La Niña.
Noviembre cerró con lluvias históricas en varias zonas de la región pampeana, según un informe de Sobre La Tierra, el Área de Divulgación Científica y Tecnológica de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba). Estas precipitaciones mejoraron significativamente los perfiles del suelo, aportando condiciones favorables para la siembra de cultivos clave como el maíz y la soja.
El reporte también señala que, de cara al verano, se anticipan temperaturas más cálidas de lo habitual y precipitaciones dentro de los valores normales para la región. Estas condiciones podrían consolidar un escenario propicio para los cultivos, aunque los productores deberán estar atentos a la evolución del clima.
En cuanto a los fenómenos globales, las estimaciones internacionales indican una probabilidad de entre el 50% y el 72% de que La Niña persista durante el trimestre diciembre-enero-febrero. Este fenómeno, asociado a patrones climáticos extremos, podría modificar el balance hídrico y las temperaturas en algunas áreas, afectando el desarrollo de los cultivos.
Si bien las lluvias recientes traen alivio tras períodos de déficit hídrico, expertos subrayan la importancia de continuar monitoreando las condiciones climáticas y adaptando las estrategias agrícolas para aprovechar al máximo esta temporada de verano.
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