La falta de respeto a los jueces federales marcó la audiencia de esta mañana en la Cámara tras las denuncias por los alimentos no distribuidos en tiempo y forma, guardados en un galpón en Tucumán.
Esta mañana, la Cámara Federal de Comodoro Py fue escenario de un escándalo de proporciones mayúsculas protagonizado por la funcionaria Leila Gianni, del Ministerio de Capital Humano, y el dirigente social Juan Grabois. La audiencia, que abordaba las denuncias por alimentos no distribuidos en tiempo y forma, almacenados en un galpón en Tucumán, se convirtió en una verdadera batalla verbal que incluyó gritos, insultos y una notable falta de respeto hacia los jueces federales presentes.
El altercado comenzó cuando Leila Gianni, en un intercambio cara a cara con Juan Grabois, le recriminó: “Dejá de usar el nombre de Dios en vano”. Grabois, lejos de calmarse, atacó el pasado político de Gianni: “Estuviste con Alberto (Fernández), (Mauricio) Macri, Cristina (Kirchner). Tenés un pingüino tatuado y un león en la remera”. La funcionaria respondió: “Dan lástima, dejá de extorsionar gente, Grabois”, mientras se alejaba rodeada de colaboradores. Grabois no se detuvo y le gritó repetidamente: “¡Chau, kuka ladrona!”.
El exprecandidato presidencial de Unión Por la Patria siguió con la confrontación, esta vez dirigiéndose al abogado Ariel Romano de Capital Humano, llamándolo “Chanchín” y acusándolo de ser “un cerdo moral e intelectualmente” que “le robás la comida a los pobres”. Mientras tanto, alguien fuera de escena le gritaba a Grabois: “¡Dejá de robar, chorro!”.
La Audiencia Judicial: Un campo de tensión
La audiencia en la Cámara Federal, que se tornó polémica, fue encabezada por los camaristas Martín Irurzun, Eduardo Farah y Roberto Boico. El Gobierno había solicitado revertir la orden del juez Sebastián Casanello para que Capital Humano entregara un plan de distribución de alimentos. Durante la exposición, Gianni y Romano fueron rápidamente interrumpidos por los jueces, quienes les pidieron que se limitaran a la fundamentación de la apelación.
Gianni criticó la decisión de Casanello y afirmó que el Gobierno no permitirá que “ningún juez” se entrometa en la política pública. Grabois, por su parte, presentó un detallado argumento sobre las contradicciones en el discurso oficial respecto a los alimentos en los depósitos, pero fue interrumpido numerosas veces por la parte apelante.
El tribunal tuvo que intervenir repetidamente para llamar al orden, advirtiendo tanto a Grabois como a Gianni que se abstuvieran de hacer comentarios adicionales o la audiencia sería suspendida. La situación alcanzó tal nivel de tensión que la posibilidad de suspender la audiencia fue considerada seriamente.
El escandaloso cruce entre Gianni y Grabois no solo resaltó las profundas divisiones y tensiones en el ámbito político y social, sino que también subrayó la importancia de mantener la compostura y el respeto en el ámbito judicial. Las consecuencias de este enfrentamiento aún están por verse, pero lo ocurrido esta mañana en Comodoro Py ha dejado una marca indeleble en todos los presentes y ha puesto en primer plano la necesidad de una mayor civilidad en los procedimientos judiciales.
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