El color de las cascaras de los huevos depende de la concentración de unos pigmentos denominados protoporfirinas, que se depositan en la capa externa de la cáscara.
Y esta concentración, diferente en las distintas razas de gallinas o sus cruces, a veces nos da sorpresas como huevos de color chocolate, verde oliva o azul turquesa.
La calidad de los huevos no tiene nada que ver con su color. Los valores nutricionales pueden variar de manera mínima, pero al final todos tienen los mismos beneficios.
Sabias que la cáscara de un huevo de gallina cuenta con un 96% de carbonato de calcio. Esto la convierte en una de las mejores fuentes de calcio ecológicas para las plantas en macetas, jardines o huertos.

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