La variación mensual de los precios muestra una disminución notable respecto a abril, aunque la inflación acumulada en lo que va del año sigue siendo preocupante.
En mayo, la tasa de inflación se situó en un 4,2%, lo que marca una desaceleración de 4,6 puntos porcentuales en comparación con el mes anterior. Este descenso es un indicio alentador en medio de las preocupaciones sobre el crecimiento constante de los precios. Sin embargo, a pesar de esta mejora mensual, la inflación acumulada en los primeros cinco meses del año alcanza un alarmante 71,9%, lo que subraya la persistente presión sobre el poder adquisitivo de los ciudadanos.
En un análisis a más largo plazo, la variación de precios en los últimos 12 meses se sitúa en un 276,4%, representando el índice más bajo desde enero de 2022. Esta ligera disminución en la tasa anual podría indicar un intento de estabilización, pero aún queda por ver si esta tendencia se mantendrá en los próximos meses.
Las autoridades económicas y los analistas están observando de cerca estos indicadores, ya que la inflación puede tener profundas implicaciones en la economía en general, desde el costo de vida hasta las decisiones de inversión. En este contexto, la administración gubernamental y los actores del sector privado pueden verse presionados para implementar políticas que contrarresten este aumento persistente de los precios y promuevan una mayor estabilidad económica.

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