21 de Diciembre era celebraba la cual tenia sus ramificaciones en Salta y otras provincial norteñas actuales de Argentina.
Era una fiesta religiosa prehispánica en honor al Sol que se llevaba a cabo en el mes de diciembre, donde se realizaban sacrificios de animales, se bebía chicha, se mascaba coca y se bailaba.
En este día se reunían las cenizas de los sacrificios y las arrojaban a los ríos para que estos las llevasen al mar, a Viracocha, como el retorno de todo a su autor.
Dada su solemnidad civil y religiosa, no se permitía a los forasteros permanecer en el Cusco mientras se desarrollaban sus ceremonias; y, según su procedencia, se les instalaba fuera de la ciudad, a lo largo de los caminos que salían de ella hacia los cuatro suyus.
Cada uno de los orejones (jefes administrativos y militares) llevaba al Coricancha aquellos hijos quienes iban a ser iniciados.
Sacaban, entonces, a la plaza del templo las imágenes del Sol y los cuerpos embalsamados de los incas, para beber con ellos como si estuvieran vivos.
Fuente: Evocaciones Norteñas de Juan O. Wayar.
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