Fallo abreviado en caso Tankito: jefe de ventas admite robo y recibirá pena condicional
Diego Rubén Kamariski, jefe de ventas de la empresa sanjuanina Tankito, aceptó su culpabilidad en dos hechos de estafa y acordó un juicio abreviado: dos años de prisión en suspenso con reglas de conducta y prohibición de acercamiento a la firma.
La investigación por los millonarios faltantes en la empresa sanjuanina Tankito dio un giro clave este viernes durante la audiencia de formalización, cuando Diego Rubén Kamariski, jefe de ventas y empleado de alta confianza, confirmó su autoría en los hechos y acordó un juicio abreviado con la Fiscalía. La pena prevista es de dos años de prisión condicional por dos hechos de estafa, sin ingreso en cárcel, sujeto a cumplimiento de reglas de conducta y a una prohibición de acercamiento a la empresa y de realizar actos que perjudiquen a la familia Suárez, propietaria de la firma.
La acusación se sustenta en pruebas reunidas por la Unidad Fiscal de Delitos Contra la Propiedad, tras la denuncia inicial presentada por uno de los socios fundadores. Según la investigación, la manipulación habría comenzado cuando la contadora detectó hace unas tres semanas una posición inusual de la manija de la caja fuerte, lo que desencadenó la sorpresa por faltantes de dinero. Un indicio adicional surgió cuando las cámaras de seguridad, que en ciertos momentos se desactivaban entre las 16:30 y las 18:00, mostraron al imputado accediendo a la sala de monitoreo y manipulando el equipo para evitar registro.
Ante la falta de registros, la empresa instaló una segunda cámara oculta cuyo material resultó decisivo: Kamariski ingresa con llave a la oficina y a la caja fuerte, abre ésta y retira fajos de dinero en apenas 25 a 30 segundos. Según la denuncia, solo tres personas tenían acceso a las llaves: la hija del dueño, la encargada de fábrica y la contadora, lo que alimentó la hipótesis de que el imputado habría obtenido copias sin autorización.
La Fiscalía sostiene que el acusado habría cometido robos en múltiples ocasiones, llegando a llevarse hasta 500.000 pesos por episodio. Los directivos estiman que la modalidad podría haber sido un “robo hormiga” sostenido en el tiempo, con montos que podrían superar los dos o tres millones de pesos, aunque el total exacto continúa en investigación.
El caso dio un giro definitivo cuando la hija del denunciante detectó en tiempo real un nuevo robo mediante la cámara recién instalada. La Policía acudió al lugar y detuvo al sospechoso, quien fue incautado con dos llaves doradas marcadas con la inscripción “Tabor” y dinero en efectivo: 66.000 pesos en billetes de 2.000 y 78.000 pesos en distintas denominaciones. También se realizaron pericias al teléfono celular secuestrado.
En declaraciones anteriores a Diario Móvil, la fiscal Claudia Salica explicó que la maniobra quedó registrada con claridad gracias a la segunda cámara y señaló que la investigación continúa para determinar el monto total sustraído y si existieron otros episodios. #CondenaEnJuicioAbreviadoCasoTankito
Fuente:Diario Móvil


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