Yoon Suk Yeol, presidente de Corea del Sur, declaró la ley marcial y ordenó el cierre del Parlamento, argumentando que estas medidas son necesarias para proteger al país de las «fuerzas comunistas de Corea del Norte» y para eliminar a «elementos antiestatales». También acusó a la oposición, que posee mayoría en el Congreso, de intentar derrocar el orden democrático liberal.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, tomó la drástica decisión de decretar la ley marcial y cerrar el Parlamento en un intento por proteger al país de lo que calificó como las «fuerzas comunistas de Corea del Norte» y las amenazas internas de «elementos antiestatales». En un discurso dirigido a la nación, Yoon acusó a la oposición política, que actualmente tiene la mayoría en el Congreso, de estar trabajando para «derrocar el orden democrático liberal» establecido en el país.
La medida, que ha generado una gran controversia tanto a nivel nacional como internacional, ha sido calificada por algunos sectores como un intento de consolidar el poder presidencial y debilitar a la oposición, mientras que otros la ven como un paso necesario ante lo que percibe como una creciente amenaza interna y externa. La ley marcial, que otorga al presidente amplios poderes para gobernar sin la necesidad de aprobación legislativa, suspende el funcionamiento del Parlamento y limita las libertades civiles.
Este giro autoritario se produce en un contexto de creciente tensión con Corea del Norte, que ha intensificado sus pruebas de misiles y actividades militares en los últimos meses. Sin embargo, la decisión de cerrar el Parlamento ha sido recibida con críticas de los grupos opositores, que denuncian que esta medida podría poner en riesgo las instituciones democráticas del país.
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