El Gobierno reestructura la Secretaría de Derechos Humanos en medio de protestas en la ex ESMA

Los despidos y modificaciones impulsadas para reducir el gasto generaron malestar en el sector. ATE denunció que trabajadores fueron enviados a «guardia pasiva».

El Gobierno nacional inició una reestructuración en la Secretaría de Derechos Humanos que incluyó despidos y cambios en la modalidad de trabajo, desatando protestas en el predio de la ex ESMA. Según la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), empleados fueron «mandados a la casa a realizar una guardia pasiva», lo que generó una fuerte reacción en el ámbito sindical y de derechos humanos.

Recortes en el sector público

La decisión se enmarca en el decreto reciente que modificó los requisitos para la contratación de trabajadores en el sector público, con el objetivo de reducir el gasto estatal. Desde el Ejecutivo aseguran que los cambios en la Secretaría de Derechos Humanos buscan optimizar los recursos y reorganizar funciones para un mejor desempeño del organismo.

Protestas y críticas

Organizaciones sindicales y de derechos humanos criticaron la medida, señalando que afecta la labor de un área clave en la defensa y promoción de los derechos humanos en el país. «No podemos aceptar recortes en un espacio tan simbólico como la ex ESMA, que representa la memoria histórica de las atrocidades de la dictadura», afirmó un representante de ATE durante una protesta.

El impacto del decreto

El decreto mencionado establece nuevos criterios para la permanencia y contratación de personal en el Estado, exigiendo mayores justificativos para la renovación de contratos y eliminando la estabilidad automática de muchos trabajadores. Esto ha generado preocupación en otros organismos públicos, donde se teme que se repliquen medidas similares.

Respuesta del Gobierno

Fuentes oficiales defendieron la reestructuración, argumentando que se trata de medidas necesarias para garantizar la sostenibilidad fiscal. «La Secretaría continuará trabajando con las mismas responsabilidades, pero con un enfoque más eficiente y responsable en el uso de los recursos», señalaron.

Mientras tanto, las protestas continúan en la ex ESMA, con reclamos de reincorporación de los trabajadores y un pedido de mayor claridad sobre el futuro del organismo. Organizaciones sociales y de derechos humanos preparan una serie de actividades para visibilizar la situación y exigir la reversión de las medidas.

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