El Gobierno intensifica medidas de seguridad ante la marcha por los jubilados y propone control de acceso a manifestaciones
Frente a los incidentes de la semana pasada, la gestión de Javier Milei implementará un programa llamado «Protesta Segura» y buscará promover una ley antibarras para prevenir la infiltración de grupos violentos en las manifestaciones.
El Gobierno argentino ha decidido adoptar una postura firme contra los grupos violentos, centrándose en prevenir que se repitan los incidentes ocurridos durante la reciente marcha por los jubilados. La gestión de Javier Milei está aumentando las medidas de seguridad y tomando nota sobre la infiltración de barras bravas en las protestas, lo que ha despertado alertas entre sus funcionarios.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, liderará los esfuerzos para garantizar que la manifestación de esta semana, que se espera esté repleta de piqueteros, movimientos sociales y sindicatos, no vuelva a desembocar en violencia y desmanes, como ocurrió hace siete días, cuando hubo varios heridos y cientos de detenidos.
Entre las nuevas propuestas destaca la creación de un mecanismo de control para las manifestaciones públicas, similar al derecho de admisión en los estadios de fútbol. El diputado del PRO, Gabriel Chumpitaz, ha presentado un proyecto que establece un sistema de identificación y antecedentes penales para quienes deseen participar en marchas de gran concurrencia. Este sistema incluirá anillos de control y segmentación de las manifestaciones en cuadrículas, buscando disuadir la presencia de individuos con antecedentes violentos.
La iniciativa, apodada «Protesta Segura», tiene como objetivo garantizar que las manifestaciones se lleven a cabo de manera pacífica y para preservar el orden público. Esto implicará que cualquier persona que quiera participar en una protesta deberá pasar por controles de identificación por parte de las fuerzas de seguridad, presentando su DNI o pasaporte, y se les negará el acceso a quienes tengan antecedentes por delitos violentos.
Además, se prohibirá la entrada a aquellos que lleven ropa que dificulte su identificación, así como a personas encapuchadas o con máscaras. Bullrich también anunció un nuevo proyecto de ley antibarras que busca sancionar a los dirigentes de clubes de fútbol que faciliten el ingreso de barras bravas a los partidos, marcando un claro esfuerzo por abordar la violencia asociada al fútbol y las manifestaciones.
Este enfoque de control y regulación de las protestas ha suscitado un debate sobre la legitimidad del derecho a la manifestación en el país, y se espera que el oficialismo trate el proyecto en el recinto de forma urgente, en un momento crítico para la estabilidad social y política de Argentina.

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