La Casa Rosada analiza un «gesto» hacia el agro con una baja en los derechos de exportación, mientras busca equilibrar las finanzas tras la eliminación del impuesto PAIS.
En un intento por aliviar las tensiones con el sector agropecuario, el Gobierno nacional evalúa implementar una reducción en las retenciones a las exportaciones agrícolas a partir de 2025. Este movimiento, que es considerado como un “gesto” hacia el campo, también busca contrarrestar el impacto en las cuentas públicas tras la eliminación del impuesto PAIS, una medida que provocará una baja significativa en los ingresos fiscales.
El contexto fiscal:
- Impacto de la eliminación del impuesto PAIS: La medida, que beneficiará principalmente a importadores y sectores productivos, reducirá la recaudación en un contexto de restricciones fiscales.
- Compensación tributaria: Desde el Ejecutivo apuntan a que una mejora en la competitividad del campo podría traducirse en mayores volúmenes de exportación y, por ende, en un aumento de ingresos por otras vías impositivas.
El pedido del agro:
El sector agropecuario, una de las principales fuentes de divisas del país, reclama desde hace tiempo una disminución de los derechos de exportación. Argumentan que estos impuestos afectan la rentabilidad de los productores y limitan su capacidad de inversión.
Desafíos políticos y económicos:
- Presiones internas: Mientras sectores del oficialismo buscan mantener ingresos fiscales sólidos, otros plantean que reducir las retenciones podría reactivar la economía en zonas rurales.
- Escenario electoral: La medida, prevista para 2025, se implementaría tras un año de elecciones presidenciales, lo que genera especulaciones sobre su viabilidad en un nuevo contexto político.
El Gobierno asegura que está trabajando en un plan que equilibre las necesidades fiscales con un apoyo más tangible al agro. Sin embargo, los detalles de la medida aún no han sido definidos y dependerán de la evolución económica y del diálogo con los representantes del sector.
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