El ejército Israelí recorrió los kibutz (comunidad agrícola) de Kfar Aza y mostraron los cadáveres de residentes israelíes y militantes suicidas

El lugar está ubicado cerca de la Franja de Gaza desde donde el grupo islámico Hamas lanzó ataques por los soldados de la agrupación calificada como «terrorista» por los países occidentales, mientras caminaban casa por casa para llevarse a los cuerpos. 

Este kibutz es una de las zonas más afectadas por los ataques del grupo islámico. En las filmaciones se ven autos quemados, muebles esparcidos y en el medio de las cosas, el horror de los cadáveres cuyo hedor todavía flotaba en el aire. 

«Ves a los bebés, a las madres, a los padres, en sus dormitorios, en sus salas de protección y cómo los mata el terrorista. No es una guerra, no es un campo de batalla. Es una masacre, es una actividad terrorista», expresó el general de división israelí Itai Veruv. «Es algo que no he visto en mi vida. Es algo que solíamos imaginar de nuestros abuelos, abuelas en los pogromos de Europa y otros lugares. No es algo que ocurra en la nueva historia», añadió.

«Ves a los bebés, a las madres, a los padres, en sus dormitorios, en sus salas de protección y cómo los mata el terrorista. No es una guerra, no es un campo de batalla. Es una masacre, es una actividad terrorista»

Afuera de una de las pequeñas casas del kibutz, el cuerpo muerto de un residente estaba tapado por una sábana morada de la que sobresalía un pie desnudo. En otras zonas, los cadáveres de los atacantes estaban boca abajo en el suelo.

La masacre de Kfar Aza

Los miembros del Hamas mataron israelíes y tomaron a docenas como rehenes en lugares como Kfar Aza, cerca de Sderot, otro kibutz. Los soldados continuaban  asegurando los caminos del kibutz mientras se escuchaban ráfagas de disparos y explosiones a lo lejos. El ruido de los aviones retumbaba de fondo y se observaba el creciente humo saliendo de Gaza. Las sirenas alertaban de la llegada de cohetes interceptados en el cielo.

Un portavoz militar dijo que el número de víctimas fatales de los ataques de Hamas se había incrementado a 1300 personas, en su mayoría civiles que murieron a tiros en sus casas, en la calle o en una fiesta. Decenas de israelíes fueron llevados a Gaza como rehenes, y algunos desfilaron por las calles. 

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