El ataque fue en Ilskii, Krasnodar, cerca del Mar Negro y en Novoshájtinsk, en la región de Rostov y el departamento de Emergencia de la región de Krasnodar indicó que los bomberos pudieron apagar el fuego en dos horas y media.
El gobernador de Krasnodar, Veniamín Kondrátiev, declaró que aunque no hay víctimas, el riesgo para la población fue muy grande. Por otra parte, el gobernador de Rostov, Vasili Golubev, informó que cerca de la localidad de Kisilevka, en la planta de Novoshájtinsk, cayó un dron en las instalaciones y provocó enormes llamas que fueron inmediatamente extinguidas. Añadió que los daños materiales en esa planta fueron «insignificantes».
El lanzamiento de drones es parte de la contraofensiva que prepara Ucrania con armamento provisto por Occidente. En este sentido, desde Kiev también ordenaron ataques a líneas férreas en Rusia que sucedieron en los últimos días.
Además del contraataque de Ucrania la situación está escalando a altos niveles por el atentado al Kremlin que puso en riesgo la vida del presidente ruso, Vladímir Putin. Tanto Occidente como los países aliados a Rusia están lanzándose acusaciones mutuamente sobre la responsabilidad del intento de magnicidio.
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