El exmandatario, apartado del cargo tras declarar una sorpresiva ley marcial en diciembre, fue arrestado en un operativo de cinco horas y será interrogado por las autoridades.
En un hecho que sacudió a Corea del Sur, el expresidente Yoon Suk-yeol fue detenido este martes tras un operativo que se extendió por cinco horas. La detención se produjo semanas después de su destitución, ocurrida a raíz de la controversial declaración de una ley marcial en diciembre pasado.
El operativo, realizado en su residencia privada, estuvo a cargo de un equipo especial que cumplió con la orden emitida por el Tribunal Constitucional. Las autoridades han señalado que Yoon deberá responder por abuso de poder y otras acusaciones relacionadas con su decisión de militarizar el país durante un período de tensiones internas.
Contexto de la crisis
La crisis comenzó a principios de diciembre, cuando el entonces presidente ordenó la ley marcial en respuesta a lo que describió como «amenazas inminentes» para la seguridad nacional. La medida, que incluía la suspensión de derechos civiles y el despliegue militar en áreas urbanas, generó rechazo tanto en la oposición como entre la población, lo que condujo a su destitución por parte del Parlamento.
Próximos pasos
Yoon será interrogado por la Fiscalía sobre su papel en los acontecimientos que llevaron a la aplicación de la ley marcial y sobre posibles violaciones a la Constitución. Mientras tanto, su equipo legal ha calificado la detención como un acto «político» y prometió apelar la medida.
La comunidad internacional observa de cerca el caso, que representa un punto de inflexión en la política surcoreana, con implicancias tanto internas como en la región del este de Asia.
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