Al menos 15 empleados de la Clínica El Castaño reciben la noticia de su despido en medio de una situación económica compleja que afecta al sector de la salud privada.
Este sábado, los trabajadores de la Clínica El Castaño fueron golpeados por la noticia de su despido en medio de una situación económica crítica que atraviesa la institución. La difícil situación financiera, agravada por el continuo aumento de los costos operativos y la falta de adecuación de los valores prestacionales, ha llevado a la empresa a tomar medidas drásticas que afectan a su personal.
Hace apenas dos semanas, los empleados de la clínica habían protagonizado una huelga en reclamo por el pago de salarios atrasados desde febrero. Sin embargo, este sábado recibieron la peor de las noticias al enterarse de la rescisión de sus contratos laborales. Según testimonios de los propios trabajadores a medios locales, al menos 15 compañeros fueron notificados mediante telegramas de despido.
El presidente de la Clínica El Castaño, Walter Stermann, expresó en los telegramas de despido la difícil situación que atraviesa el sector de la salud privada, especialmente las clínicas de alta complejidad y guardias 24 horas. Stermann destacó los crecientes costos operativos, incluyendo mano de obra, insumos dolarizados, servicios e impuestos, así como la falta de ajuste en los valores prestacionales por parte de los financiadores.
En los telegramas de despido, se menciona que la clínica ha intentado paliar los efectos de la crisis con medidas para conservar las fuentes de trabajo y mantener la calidad del servicio, pero se han visto obligados a tomar la dolorosa decisión de rescindir contratos debido a la inviabilidad económica actual. Este acto se basa en los artículos 243 y 247 de la ley de contrato de trabajo, argumentando que los motivos no son imputables a la empresa.
La situación deja en evidencia las dificultades que enfrenta el sector de la salud privada en un contexto económico adverso, donde la falta de recursos y la imposibilidad de ajustar costos a los ingresos prestacionales ponen en riesgo la continuidad de instituciones médicas y afectan directamente a sus trabajadores.
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