Daniel Ortega desató una nueva cacería contra la Iglesia Católica en Nicaragua: al menos nueve sacerdotes detenidos

La mayoría son de la diócesis de Matagalpa. Las fuerzas del régimen no ofrecieron ninguna explicación para la nueva ola de encarcelamientos.

En un nuevo episodio de represión en Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega ha detenido al menos a nueve sacerdotes de la Iglesia Católica, intensificando así su persecución contra esta institución. La mayoría de los detenidos pertenecen a la diócesis de Matagalpa, una región que ha sido foco de resistencia y crítica hacia el gobierno.

Las fuerzas del régimen llevaron a cabo los arrestos sin ofrecer ninguna explicación oficial sobre los motivos de esta nueva ola de encarcelamientos. La medida ha generado una fuerte condena tanto a nivel nacional como internacional, avivando las tensiones en un país que ha vivido bajo un clima de represión y violación de derechos humanos.

Reacciones de la Iglesia y la comunidad internacional

La Conferencia Episcopal de Nicaragua ha expresado su profunda preocupación y condena por las detenciones, calificándolas como un ataque directo a la libertad religiosa y a los derechos fundamentales. Los obispos han exigido la liberación inmediata de los sacerdotes y han llamado a la comunidad internacional a ejercer presión sobre el régimen de Ortega.

Organizaciones de derechos humanos y diversos gobiernos alrededor del mundo han manifestado su rechazo a estas acciones. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha señalado que las detenciones arbitrarias y la persecución de líderes religiosos son inaceptables y contravienen los principios básicos de los derechos humanos.

Contexto de la represión

La relación entre el régimen de Ortega y la Iglesia Católica ha sido tensa desde hace varios años, con la Iglesia desempeñando un papel crucial en la mediación durante las protestas antigubernamentales de 2018. Desde entonces, los líderes eclesiásticos han sido objeto de constantes amenazas, hostigamientos y, en algunos casos, ataques directos.

La diócesis de Matagalpa, en particular, ha sido una voz crítica contra las violaciones de derechos humanos y los abusos de poder por parte del gobierno. El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, ha sido un firme defensor de los derechos de los ciudadanos y un crítico vocal del régimen, lo que lo ha convertido en un blanco frecuente de las acciones represivas del gobierno.

Consecuencias y perspectivas

La detención de los nueve sacerdotes se suma a la larga lista de violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen de Ortega. Esta situación podría exacerbar aún más la crisis social y política en Nicaragua, aumentando el aislamiento internacional del país y generando mayores sanciones y presiones diplomáticas.

La comunidad internacional, incluyendo a organizaciones religiosas y de derechos humanos, continuará monitoreando de cerca la situación en Nicaragua, buscando formas de apoyar a las víctimas de la represión y presionar para el restablecimiento de los derechos y libertades fundamentales.

Mientras tanto, el pueblo nicaragüense sigue enfrentando un ambiente de miedo y represión, luchando por mantener viva la esperanza de un futuro más libre y democrático. La resistencia y el apoyo internacional serán cruciales para enfrentar las acciones autoritarias del régimen y buscar un camino hacia la justicia y la paz en el país.

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