Cristina Kirchner y Alberto Fernández, a la espera de definiciones en un juzgado clave

El juzgado que pertenecía a Ercolini quedó en manos de Casanello tras el sorteo, pero aún no hay certezas sobre su futuro. Una reunión clave y el plazo para definir el traspaso mantienen en vilo a la política y la Justicia.

La reconfiguración del mapa judicial sigue generando expectativas en la política argentina. Luego del sorteo realizado tras la salida del juez Julián Ercolini, el juzgado quedó en manos de Sebastián Casanello. Sin embargo, el traspaso aún no está completamente definido, lo que mantiene en suspenso el futuro de varias causas de alto impacto.

Tanto Cristina Fernández de Kirchner como Alberto Fernández siguen atentos a las decisiones que se tomen en los próximos días. En el centro de la discusión se encuentra una reunión clave entre actores judiciales, en la que se definirán los pasos a seguir y el plazo final para concretar el traspaso de la causa.

Mientras tanto, las causas en juego, muchas de ellas con implicancias políticas y económicas, siguen en danza. La incertidumbre sobre el futuro del juzgado abre interrogantes sobre el curso que podrían tomar los expedientes en los próximos meses.

Cinco jueces estaban habilitados para “competir” por el juzgado federal 11. Pero, a último momento, se bajaron dos candidatos y quedaron las bolillas de tres jueces: Sebastián Ramos, Sebastián Casanello, y Julián Ercolini, que hasta ahora venía subrogando y se postuló para seguir. Como otros sorteos en Comodoro Py, la definición captó la atención de la política. El principal interesado era Alberto Fernández porque en ese juzgado está la causa de los Seguros. Pero también miró de reojo Cristina Kirchner: ahí cayó la denuncia que presentó la ANSES por cobrar bonificaciones por «Zona Austral» en dos beneficios previsionales y no es todo. En el 11 todavía hay resabios de la causa Cuadernos. La suerte determinó que el juzgado quede a cargo de Casanello, pero todavía no está sellado el futuro.