Confirman condena de 10 años de prisión para el sacerdote Walter Bustos por abusos sexuales a un menor
El Tribunal de Impugnación de San Juan ratificó la condena al sacerdote, quien fue hallado culpable de abusar sexualmente de un adolescente en al menos dos ocasiones en 2017, en un fallo que refuerza la gravedad de los hechos y la responsabilidad del religioso.
El Tribunal de Impugnación de San Juan confirmó este lunes la condena a 10 años de prisión para el sacerdote Walter Bustos, después de que fuera hallado culpable de abusar sexualmente de un menor de 15 años en al menos dos ocasiones, en la casa parroquial de Valle Fértil durante 2017. Los jueces Maximiliano Blejman, Ana Lía Larrea y Renato Roca respaldaron el fallo emitido en octubre pasado, que revocó la absolución inicial del religioso y lo condenó por delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por su condición de ministro de culto.
La acusación apuntó a que Bustos aprovechó la vulnerabilidad del joven y lo corrompió sexualmente. La valoración de pruebas en el juicio incluyó el testimonio del denunciante, considerado creíble por expertas forenses, declaraciones de otros jóvenes que se alejaron de la Iglesia tras intentos de abuso por parte del sacerdote, cruces telefónicos que situaron a Bustos en el lugar de los hechos, y testimonios de religiosos a quienes la víctima confió lo ocurrido.
El abogado del sacerdote, Joaquín Moine, solicitó la nulidad y revisión del fallo, alegando violaciones de garantías constitucionales, como el derecho a la defensa y el principio de inocencia. Sin embargo, los jueces consideraron que las pruebas presentadas fueron suficientes para confirmar la condena, rechazando los argumentos del defensor sobre pruebas en contra de Bustos.
Ahora, el religioso puede acudir a la Corte de Justicia en busca de revertir la sentencia. Si el fallo se mantiene firme, la condena se unificará con otra sentencia previa de 3 años de prisión en 2023, también por abuso sexual de un menor, en un agravante por su rol religioso.
Por su parte, la Iglesia Católica mantiene suspendido al sacerdote y ha dado inicio a un sumario interno en paralelo a la causa judicial, en respuesta a los hechos y decisiones judiciales.
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