Con Milei como invitado y el desafío de impulsar la economía, Bukele inicia un nuevo período de gobierno

El presidente, asumió un nuevo mandato presidencial en El Salvador, respaldado por su exitoso pero polémico programa de erradicación de pandillas. Ahora enfrenta el desafío de revitalizar la economía del país, uno de los más pobres de Centroamérica.

El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, dio inicio a un nuevo período de gobierno este sábado, tras ser reelecto con un aplastante 84,6% de los votos en las elecciones de febrero. La ceremonia de asunción contó con la presencia de Javier Milei, uno de sus más fervientes admiradores, quien asistió después de una gira por Estados Unidos.

Durante su primer mandato, Bukele implementó un programa de lucha contra las pandillas, conocidas como maras, que logró pacificar el país pero generó denuncias de violaciones a los derechos humanos. Ahora, su principal desafío será revitalizar la economía salvadoreña, que enfrenta problemas de pobreza, desigualdad y una deuda pública creciente.

Oscar Martínez, periodista y especialista en pandillas, señaló que la economía es la principal preocupación de los salvadoreños, especialmente debido al aumento de la pobreza extrema en los últimos años. A pesar de los éxitos en materia de seguridad, la economía del país sigue siendo frágil, con escasa inversión extranjera y una alta deuda pública.

Tiziano Breda, analista experto en Centroamérica, destacó que Bukele enfrentará presiones para mejorar la economía y mantener su popularidad. Sin embargo, advirtió que el país enfrenta desafíos estructurales, como una deuda pública elevada y una inversión extranjera insuficiente.

Para Martínez, Bukele debe generar confianza en los inversionistas internacionales mientras mantiene su régimen autoritario. A pesar de haber logrado desarticular las pandillas, el presidente no ha ofrecido un modelo integral para prevenir la criminalidad en el futuro.

En resumen, el segundo mandato de Nayib Bukele estará marcado por el desafío de impulsar la economía salvadoreña mientras mantiene el control político en un país que enfrenta importantes desafíos sociales y económicos.