Botulismo: es una intoxicación alimentaria ocasionada por una toxina producida por la bacteria Clostrydium botulinum

Ella sobrevive en alimentos contaminados que fueron sometidos a procesos de elaboración incorrectos o almacenamientos inadecuados.

Con el fin de concientizar y hacer frente a esta enfermedad, el Hospital de Clínicas difundió algunas recomendaciones.

“El botulismo se desarrolla cuando las esporas de la bacteria Clostridium botulinum germinan en medios propicios y producen la toxina botulínica en ambientes sin oxígeno”, lanzó la licenciada en Nutrición, Viktoriya Shcherbina, del Departamento de Dietética y Alimentación del Hospital de Clínicas.

“Esto puede ocurrir en conservas caseras, enlatados y otros alimentos envasados o almacenados, de forma incorrecta o inadecuada”, continuó Scherbina y agregó que “también puede encontrarse en productos cárnicos embutidos, ahumados o envasados al vacío”.

Los síntomas

La especialista indicó que “los principales síntomas de este tipo de intoxicaciones son las náuseas, vómitos, cólicos abdominales al inicio del cuadro, visión borrosa o doble, caída de los párpados, dificultad para tragar o hablar, y parálisis o dificultad para moverse al avanzar el mismo”.

Para identificar cuáles son los alimentos que poseen un mayor riesgo de estar contaminados, hay que prestar atención a las condiciones en las que estos fueron preparados. “Las condiciones se dan principalmente en la producción de conservas caseras, de origen vegetal (chauchas, ajíes, espinacas, palmitos, berenjenas, tomates, espárragos, alcauciles y champiñones); y en menor frecuencia de origen animal, tales como embutidos, quesos, pescados, mariscos y carnes de animales de caza en general”, explicó Scherbina.

Además se reportaron “casos de brotes en preparaciones mixtas, con mezcla de origen vegetal y animal, generalmente preparados como escabeches, y otras preparaciones almacenadas en envases herméticos o con poca disponibilidad de oxígeno y/o una inadecuada refrigeración como casos de ensaladas envasadas, salsas a base de aceite, matambres”.

La miel, un alimento al que se le debe prestar atención

“Otro alimento al cual hay que prestar especial atención es la miel, que puede contener esporas de Clostridium botulinum, que no ocasionan enfermedad cuando son consumidas por adultos, pero en caso de los menores de un año pueden colonizar, germinar, multiplicarse y generar sustancias altamente tóxicas en el tracto intestinal”, advirtió la nutricionista.

“Se puede evitar el crecimiento de Clostridium botulinum a través del control de la acidez, de la actividad de agua, refrigeración y conservantes químicos, procedimientos que se logran de forma segura solamente a nivel industrial. Los alimentos húmedos, como las carnes, frutas y vegetales, tienen valores elevados de actividad de agua y, por lo tanto, requieren de refrigeración inmediata (menos de 4 °C) para inhibir la producción de toxinas”, dijo Viktoriya.

Comprar productos autorizados

“A la hora de realizar las compras es importante que los productos sean de fuentes autorizadas, con su rótulo correspondiente donde figuran los números, RNE o RPE (Registro Nacional o Provincial de Establecimiento) y RNPA (Registro Nacional de Producto Alimenticio), que lo habilitan para ser considerado por la legislación como apto para el consumo y que lo diferencia principalmente de las preparaciones artesanales”, comentó la especialista.

También recomendó “no adquirir envases, cuyas partes se encuentren abollados, con fugas o abombamientos, ya que puede ser señal de un desarrollo microbiano, aunque el desarrollo de Clostridium botulinum y la presencia de toxina botulínica generalmente no producen ningún cambio identificable en el sabor, olor, textura, ni expulsión de gas detectable al abrir el envase”.

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