Alarma en San Juan: glaciares de la Cordillera han perdido casi 30% de su superficie en 5 años
En un seguimiento exhaustivo, el dato llamó la atención y hubo un llamado a realizar acciones conscientes para reducir el impacto de los factores que causan la reducción.
Los glaciares en la Cordillera sanjuanina, una preciada reserva de agua para San Juan, han sido monitoreados de manera permanente. En una comparativa de seguimiento, se observó que en los últimos 5 años perdieron el 27% de su superficie. El Mg. Silvio Pastore, investigador y director del Gabinete de Estudios de Geocriología, Glaciología, Nivología y Cambio Climático de la UNSJ, detalló que esta reducción ha sido causada por factores multicausales, entre ellos el calentamiento global y la sequía. «A los glaciares los monitoreamos en forma continua desde 2011 aproximadamente, así que tenemos buena calidad y cantidad de datos. Lo que estamos observando no deja de llamar la atención: es una pérdida muy grande y muy rápida en tiempo. En 5 años podemos medir pérdidas de casi 27% del área de los glaciares del sistema hídrico del Río San Juan», explicó.
El especialista subrayó la importancia de la lectura de estos datos, resultado de un seguimiento y monitoreo continuo. «Este es un dato muy elevado para el periodo de tiempo que les ha llevado a los glaciares poder estructurarse. Para formarse han necesitado 15,000 años o más. En solo 5 años han perdido el 27% promedio de su área. Entonces, son datos que llaman la atención y nos ponen en alerta».
Pastore también mencionó que la reducción de la superficie glaciar está asociada al clima actual, el calentamiento y la actividad antrópica provocada por la quema de combustibles fósiles. «Todos podemos aportar un grano de arena para que detengamos este aumento de temperatura. Es preciso aclarar: poco podemos hacer con el clima natural del planeta pero sí podemos hacer mucho con el calentamiento causado por nuestra actividad antrópica. Todos tenemos que intervenir ahí. Es muy variada la cantidad de acciones que podemos hacer».



Enumeró varios ejemplos de acciones que pueden contribuir: «Reducir el uso de movilidades particulares; que los municipios sincronicen los semáforos para que el movimiento de los vehículos que usan combustible sea más expedito, reduciendo el tiempo de encendido de los autos. También cuidar el recurso de agua en nuestros hogares, reciclar todo lo posible y hacer un uso eficiente de los recursos naturales, entre ellos el agua».
Finalmente, Pastore reflexionó que «la protección de los glaciares nace en nuestros hogares y nuestras actividades diarias, reduciendo todos los gases que producen el efecto invernadero. Tenemos mucho por hacer. En esto importa el compromiso real de querer reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Si cada uno de nosotros empieza a hacer una acción diaria, vamos a ver los efectos en 3, 4 o 5 años. Vamos a mover la aguja para proteger nuestros glaciares».
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