Al menos 11 personas murieron y 64 resultaron heridas en la mayor campaña de ataques en Ucrania

El presidente ruso amenazó con réplicas aún más severas en caso de nuevos ataques de Kiev y el recrudecimiento de estos bombardeos tiene lugar después de la explosión que el sábado causó daños en el puente de Crimea, un revés para la logística bélica de Moscú, que transportaba a través de esta infraestructura equipo militar pesado y suministros a las tropas en el sur de Ucrania.

Nuevos ataques y advertencia rusa

El Ejército ucraniano afirmó que las fuerzas rusas dispararon 75 misiles sobre ciudades de todo el país, en una serie de ataques que incluyó el uso de drones iraníes lanzados desde Bielorrusia. El último bombardeo contra la capital ucraniana se remontaba a finales de junio. 

Dirigiéndose a su Consejo de Seguridad, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que si continúan los «intentos de ataques terroristas» por parte de Ucrania, las réplicas serán «severas». Putin aseguró que «con sus acciones el régimen de Kiev se puso del lado de las formaciones terroristas internacionales», y planteó que «dejar sin respuesta este tipo de crímenes ya no es posible».

El jefe del Kremlin dejó en claro que los bombardeos masivos del lunes fueron una respuesta al ataque al puente de Crimea, de 19 kilómetros de longitud, el más largo de Europa, y cuya seguridad las autoridades rusas habían garantizado en un cien por ciento. Su predecesor y número dos del Consejo de Seguridad, el expresidente Dmitri Medvedev, afirmó que los bombardeos solo eran el «primer episodio» y reclamó el «desmantelamiento total» del poder político ucraniano. 

«Quieren el pánico»

En un discurso a la nación el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dijo que la mañana había sido «difícil» y explicó que las fuerzas rusas tenían dos objetivos con sus bombardeos. «Quieren el pánico y el caos y quieren destruir nuestro sistema energético», dijo el mandatario, anunciando que las bombas rusas habían tenido como objetivo ciudades como Dnipro y Zaporiyia, en el centro del país, y Leópolis, en el oeste. «El segundo blanco es la gente», agregó.

«En el día 229 (de guerra) intentan destruirnos y borrarnos de la faz de la tierra. Completamente. Destruir a nuestra gente que está durmiendo en casa en Zaporiyia. Matar a la gente que se dirige al trabajo en Dnipro y Kiev», resumió Zelenski de manera gráfica. El ministerio de Defensa rusa confirmó haber apuntado contra la infraestructura energética, militar y de comunicaciones de Ucrania y dijo que los ataques habían logrado sus objetivos. 

Uno de los mayores críticos hasta ahora del mando militar ruso, el líder de la república de Chechenia, Ramzan Kadirov, expresó su satisfacción por el rumbo tomado por la campaña militar en Ucrania. «Ahora sí estoy un cien por cien contento con la marcha de la operación militar especial», escribió en su cuenta de Telegram Kadirov, quien aconsejó al presidente Zelenski «huir a Occidente sin mirar atrás».

Ola de repudio occidental

Zelenski aseguró que habló con los mandatarios de Alemania y a Francia y los instó a aumentar la presión sobre Rusia. Los líderes del G7 discutirán el martes la situación en Ucrania. Reino Unido tachó los ataques de «inaceptables», la Unión Europea y Polonia dijeron que se trataba de «crímenes de guerra» y Francia prometió incrementar la ayuda militar a Kiev.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, repudió este lunes los bombardeos a gran escala de Rusia y prometió que Vladimir Putin rendirá cuentas por las «atrocidades» cometidas durante la guerra. «Estados Unidos condena firmemente los ataques rusos con misiles de hoy en Ucrania, incluida Kiev. Estos ataques mataron e hirieron a civiles, además de destruir infraestructura no militar», criticó el presidente estadounidense en un comunicado. 

Biden, quien ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas, consideró que dichos bombardeos «demuestran una vez más la completa brutalidad de la guerra ilegal del señor Putin contra el pueblo ucraniano«. En la misma línea el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, condenó los «horribles e indiscriminados ataques rusos».

Sin luz ni agua

En Kiev, la policía indicó que al menos cinco personas murieron y una docena resultaron heridas. Las autoridades ucranianas señalaron que el distrito central de Shevchenko en la capital fue golpeado y que una universidad, museos y el edificio de la filarmónica habían resultado dañados.

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