El show de la empatía
Mientras el gobernador Marcelo Orrego recién llegado de un viaje a Canadá, recorre las zonas afectadas por las lluvias, el intendente Abarca brilla por su ausencia, dejando a los vecinos de Albardón a merced de la tormenta… y de la indiferencia.
El gobernador Orrego llegó a Albardón, recorrió las zonas afectadas, habló con la gente… y se encontró con una verdad incómoda: la ausencia del intendente Abarca. Mientras Orrego intentaba calmar las aguas (y las críticas), los vecinos aprovecharon la oportunidad para dejar en claro su descontento con la falta de presencia del jefe comunal. ¿Dónde estaba Abarca? Esa es la pregunta que nadie parece tener respuesta. Quizás disfrutando de un merecido descanso, lejos del ruido de las protestas y los reclamos. O tal vez, como un buen mago, se hizo invisible para evitar las preguntas incómodas de la prensa. Lo cierto es que su ausencia habla por sí sola, dejando al descubierto la falta de compromiso y la poca importancia que parece darle a las necesidades de sus vecinos.
La visita de Orrego, en lugar de ser un momento de consuelo, se convirtió en un recordatorio de la falta de liderazgo y la ineficacia de la gestión municipal.
Los vecinos de Albardón merecen un intendente presente, visible y comprometido con su comunidad, no un fantasma que solo aparece cuando hay cámaras de televisión.
Los comentarios están cerrados.