Todavía se siguen encontrando sobrevivientes del trágico incendio en la ciudad española de Murcia

Entre quienes se desconocía su paradero, se halló con vida a una cuarta persona y con buena salud, por lo que solamente falta encontrar a una quinta que todavía no se sabe dónde está. 

El fuego se inició en la madrugada del domingo en uno de los boliches del complejo de las Atalayas, una famosa zona de Murcia, donde funcionan muchos bares y clubes nocturnos donde asiste una gran cantidad de gente. Por el momento no se conoce qué generó la dispersión de las llamas. 

El fuego se extendió rápidamente a las dos discotecas que se encontraban al lado, una de ellas conocida por la concurrencia de la comunidad latina, en un momento en el que todavía había gente disfrutando de una noche de fiesta con amigos. Las cuatro personas que se localizaron están en bien de salud y se contactaron con sus familias, según fuentes municipales.

Los boliches no tenían permiso para realizar actividades

Hasta el momento, fueron identificadas tres de las víctimas por sus huellas digitales. Con el resto se harán pruebas de ADN a través de sus familiares. Además de los 13 fallecidos, 24 personas están heridas y no se descarta encontrar más víctimas ya que los bomberos están reforzando la búsqueda en las zonas de los locales que colapsaron para permitir el acceso de los servicios de emergencia.

En este marco, dos de las discotecas implicadas en el incendio no tenían licencia municipal y sobre ellas había una orden de clausura desde enero de 2022. Así lo dieron a conocer funcionarios municipales en una conferencia de prensa, en la que ofrecieron los primeros datos de las pesquisas que se realizaron para conocer el origen de la tragedia.

Dos de las discotecas implicadas en el incendio no tenían licencia municipal y sobre ellas había una orden de clausura desde enero de 2022.

Se trata del incendio más fatal registrado en España en un local de entretenimiento desde la tragedia vivida en 1990 en la discoteca «Flying» de Zaragoza, donde murieron 43 personas. La peor de estas experiencias, fue cuando se produjo un incendio en una discoteca de Madrid el 17 de diciembre de 1983, cuando las llamas que empezaron atrás de las cortinas del escenario del boliche Alcalá 20 terminó con la vida de 81 personas, la mayoría jóvenes.