El sospechoso del crimen del ingeniero civil quedó filmado horas antes del hecho en otra plaza en Palermo
Así lo aseguraron quienes investigan la muerte de Mariano Barbieri, asesinado de una puñalada en el pecho el pasado miércoles por la noche en los bosques del barrio porteño.
Fuentes judiciales confirmaron que se trata de un hombre de aproximadamente 1.70 metros, que se encuentra en situación de calle y que las filmaciones de las cámaras de seguridad de la zona mostraron la dirección que tomó luego del ataque.
El testimonio clave en la causa
“Está filmado en una ‘ranchada’ en una plaza cercana horas antes del hecho. Coincide con la descripción que dio el testigo ocular, que también indicó el momento del ataque y su huida, que fue en dirección a la avenida Figueroa Alcorta. Su rostro está difuso ya que las cámaras que lo captan están en altura”, confió a Télam un investigador.
Ese testigo es un vecino que estaba paseando a su perro por el parque y habló de «un hombre de una edad promedio de 30 años y que vestía un buzo colorado, jeans y zapatillas», detalló la fuente consultada.
En tanto, el fiscal en lo Criminal y Correccional 36, Marcelo Munilla Lacasa, y agentes de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, continúan analizando las filmaciones de la zona para lograr una imagen más precisa del sospechoso, que aún no fue identificado.
Para los próximos días el fiscal aguarda los resultados genéticos a las manchas hemáticas halladas en el cuchillo tipo tramontina que presuntamente utilizó el atacante para apuñalar a Barbieri.
“Hay huellas dactilares parciales en la hoja del cuchillo”, indicó el pesquisa, aunque aclaró que “es difícil” lograr una identificación en base a la misma. Por otra parte, el teléfono celular marca Motorola que le fue sustraído a la víctima “está apagado” por lo que no pudo lograrse su geolocalización.
“Hay huellas dactilares parciales en la hoja del cuchillo”
Del testimonio de Maricel, la viuda de Barbieri y madre de su bebé de apenas tres meses, se estableció que la víctima había ido a la Plaza Tres de Febrero de Palermo para meditar.
“Estoy entrando al parque para hacer una meditación de la luna llena”, le envió en un audio Barbieri a una amiga de él minutos antes del ataque, del que se cree que fue “por sorpresa” mientras miraba al cielo.
“Hubo una pelea cuerpo a cuerpo, breve, donde pidió ayuda. Esto hace creer que se defendió al menos”, explicó una persona con acceso a la causa.
Barbieri tenía 42 años, era ingeniero civil y si bien tenía domicilio en Beccar, partido de San Isidro, momentáneamente estaba distanciado de su pareja -con quien tenía un bebé de 4 meses-, y estaba viviendo en la casa de un amigo en Palermo, cerca de donde fue atacado.
El crimen ocurrió cerca de las 22.45 del miércoles último cuando Barbieri caminaba por la zona del Parque Tres de Febrero cercana al Jardín Japonés. Tras el ataque, quedó filmado cuando entró a la heladería «Cremolatti», situada en la esquina de Del Libertador y Lafinur, mientras se sujetaba la remera por sobre el abdomen para pedir ayuda.
«No me quiero morir», le dijo a los empleados y clientes, tras lo cual se recostó en el suelo, según se observa en el video grabado por una cámara de la heladería.
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