«No es Zárate, es la nada misma»: Intendente esquiva la ayuda a damnificados en entrevista surrealista
En un diálogo digno de El Absurdo, el intendente de Zárate niega la jurisdicción sobre damnificados mientras estos claman por ayuda, dejando al periodista y a los afectados en un limbo de incertidumbre.
En una entrevista que rápidamente se viralizó por su desconcertante contenido, el periodista Robertito Funes intentó obtener respuestas del intendente de Zárate, Marcelo Matzkin , sobre la asistencia a personas afectadas por inundaciones. Sin embargo, lo que obtuvo fue una clase magistral de evasión y negación territorial.
«No es que acá haya sol y estemos debajo de una palmera, eso no es Zárate», declaró el intendente, dejando claro que, si bien la tragedia ocurría en una zona con características similares a Zárate, ¡definitivamente no era Zárate! Ante la insistencia del periodista sobre quién se ocuparía de los damnificados, incluyendo una anciana con Parkinson y un bebé, el intendente se mantuvo firme en su postura: «Están poniendo la placa que es Zárate y eso no es Zárate».
La situación alcanzó un punto álgido cuando Funes, visiblemente exasperado, le recordó al intendente que si ni siquiera él sabía a qué municipio pertenecía la zona, ¿cómo iban a saberlo los damnificados? La respuesta, o la falta de ella, llevó al periodista a cortar la entrevista abruptamente: «Si usted no tiene la solidaridad de arreglarle a esta persona que está en su territorio vecino y no sabe, yo prefiero no hablar con usted».
Así, en medio de la incertidumbre y la falta de respuestas, los damnificados quedaron a la deriva, en un limbo donde, al parecer, «no pertenecen a nadie». La pregunta que queda en el aire es: ¿Quién se hará cargo de «la nada misma»?
Matzkin, intendente de Zárate convirtió una tragedia en un acto de magia: desapareció la zona, negó su existencia y dejó a los damnificados a la buena de Dios. Todo en una charla que, más que información, dejó un show de evasivas en plena viralización.
La víctima de su performance, el periodista Robertito Funes, solo buscaba respuestas para los afectados por las inundaciones, pero terminó enfrentado a una versión surrealista del «no es mi problema, no es mi municipio».
¿Y esa anciana con Parkinson? ¿El bebé en riesgo? La respuesta, o mejor dicho, la total ausencia de ella, dejó en evidencia a quiénes solo querían ayuda, pero parecían estar en un territorio que, por arte de magia, había desaparecido del mapa.
Al final, cuando Funes le recordó que si ni siquiera el intendente sabía de qué municipio era la zona, ¿cómo podrían hacerlo los damnificados?, la charla se cortó abruptamente. La última frase: «Si usted no tiene la solidaridad de arreglarle a esta persona… prefiero no hablar con usted», cerró con broche de oro un espectáculo digno del teatro del absurdo.
Y así, mientras el agua sigue avanzando, los afectados quedan en ese limbo donde parece que nadie –ni siquiera la «Nada» misma– se hace cargo. La gran pregunta, con estrecha ironía, es: ¿quién se encargará, entonces, de esa nada que, por ahora, solo existe en el relato oficial?
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