«Reformas Previsionales en Argentina: A partir de marzo de 2025, adiós a la Moratoria y nueva modalidad para jubilarse»

El gobierno argentino confirma que la moratoria previsional dejará de existir, afectando a muchos adultos mayores que no cumplen con los requisitos de aportes para jubilarse.

A partir de marzo de 2025, numerosos adultos mayores en Argentina enfrentarán un panorama complicado debido a la eliminación de la moratoria previsional. Esta medida, confirmada por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), implica que aquellos que no cuenten con al menos 30 años de aportes no podrán acceder a la jubilación, lo que impactará a un gran número de personas que hasta ahora se beneficiaban de este sistema.

La moratoria previsional, que permitió a quienes alcanzaban la edad jubilatoria (60 años para mujeres y 65 años para hombres) regularizar sus aportes a través de un Plan de Pago de Deuda Previsional, ya no estará disponible. Con su eliminación, quienes cumplan la edad pero no tengan la cantidad necesaria de años de aportes deberán recurrir a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que ofrece menos beneficios que una jubilación tradicional.

La PUAM proporciona un monto equivalente al 80% de una jubilación mínima y otorga cobertura de salud y servicios de PAMI, permitiendo también el acceso a asignaciones familiares. Sin embargo, sus limitaciones incluyen la falta de derechos como la pensión por viudez y un monto mensual generalmente inferior al de una jubilación convencional.

Para acceder a la PUAM, los interesados deben cumplir con requisitos específicos: tener 65 años o más, ser argentino o naturalizado con al menos 10 años de residencia en el país (o extranjero con 20 años de residencia), y no estar cobrando ninguna jubilación o pensión.

Para solicitar la PUAM, es necesario ingresar a la plataforma MI ANSES con el CUIL y la Clave de Seguridad Social, verificar los vínculos familiares y solicitar un turno para ser atendido en una oficina de ANSES. Esta nueva normativa plantea serios desafíos para muchos adultos mayores en Argentina, que deberán adaptarse a un sistema previsional más restrictivo.