Debuta la nueva devaluación al 1% mensual: los 5 efectos que puede tener sobre la economía

El Banco Central inicia hoy el nuevo esquema de ajuste del dólar oficial. La medida impactará en distintos sectores, generando tanto beneficios como desafíos para la economía argentina.

A partir de este lunes, el Banco Central implementará un nuevo ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, fijado en un 1% mensual. Esta decisión marca un cambio respecto a la estrategia inicial del Gobierno, que había comenzado con una fuerte devaluación del 54% en diciembre y luego optó por un esquema de “crawling peg” con ajustes periódicos más moderados.

Los 5 efectos principales en la economía

  1. Menor presión sobre los precios
    La desaceleración del ajuste cambiario podría ayudar a contener la inflación en el corto plazo. Si el dólar oficial sube a un ritmo del 1% mensual, es posible que los precios de los bienes importados y de insumos dolarizados se estabilicen, reduciendo la inercia inflacionaria.
  2. Impacto en las exportaciones
    Una devaluación más lenta puede afectar la competitividad de los productos argentinos en el mercado internacional. Con costos internos en alza y un dólar oficial que se mueve poco, los exportadores podrían perder rentabilidad y enfrentar mayores dificultades para colocar sus productos en el exterior.
  3. Dólar financiero y brecha cambiaria
    Al mantener el dólar oficial con ajustes mínimos, podría aumentar la demanda de dólares financieros (CCL y MEP), generando presiones en la brecha cambiaria. Si el mercado considera que el tipo de cambio oficial queda atrasado, es posible que se amplíe la diferencia con los dólares libres.
  4. Efectos en la actividad económica
    La medida busca generar estabilidad en un contexto de recesión. Al evitar saltos bruscos en el dólar oficial, el Gobierno intenta dar previsibilidad a las empresas y consumidores, lo que podría favorecer una recuperación gradual de la economía en los próximos meses.
  5. Relación con el FMI y reservas del Banco Central
    El nuevo esquema de devaluación se da en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que sigue de cerca la política cambiaria del país. La decisión podría ser clave para la acumulación de reservas del Banco Central y la sustentabilidad del plan económico en el mediano plazo.

Si bien el ajuste al 1% mensual busca estabilizar la economía y evitar sobresaltos, el desafío será encontrar un equilibrio entre la competitividad, la inflación y la brecha cambiaria en un contexto de fuerte incertidumbre.

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