Eliminan fideicomiso vinculado a Grabois y el gobierno destina fondos propios para obras en barrios populares

El gobierno pone fin al Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) y decide financiar las obras en barrios populares con recursos del tesoro nacional. La medida marca un cambio en la gestión y el control de los proyectos sociales, que ahora serán supervisados por una nueva secretaría.

En una decisión que genera un fuerte impacto político, el gobierno ha decidido eliminar el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), un fideicomiso que manejó miles de millones de pesos durante la presidencia de Alberto Fernández. Este fondo, creado con el objetivo de financiar proyectos en barrios vulnerables inscriptos en el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), estuvo bajo el control de una dirigente muy cercana al dirigente social Juan Grabois, lo que generó diversas controversias.

A partir de ahora, las obras en los barrios populares de todo el país se financiarán exclusivamente con recursos provenientes del tesoro nacional, lo que implica una mayor dependencia de las partidas de la Nación y una redefinición del manejo de los fondos. La Secretaría de Integración Socio Urbana, ahora dirigida por Sebastián Pareja, será la encargada de gestionar las obras, que incluyen más de 700 proyectos en ejecución.

La medida ha sido recibida con división de opiniones. Para algunos, la decisión de eliminar el fideicomiso y pasar a un esquema de financiamiento directo por parte del Estado representa una forma de garantizar mayor transparencia y control sobre los recursos. Además, se espera que con un presupuesto propio, la nueva secretaría pueda avanzar en la finalización de obras que estaban pendientes o que habían sufrido demoras durante la administración anterior.

Sin embargo, otros sectores consideran que esta reestructuración podría generar una menor eficiencia en la ejecución de proyectos y un cambio en las prioridades de inversión en los barrios más necesitados. Además, la eliminación del fideicomiso vinculada a Grabois ha alimentado las tensiones políticas en torno al papel de los movimientos sociales en la gestión de políticas públicas.

Con la promesa de continuar con la ejecución de obras esenciales para mejorar la calidad de vida de miles de familias, el gobierno asegura que mantendrá el compromiso con los sectores más vulnerables. Sin embargo, el nuevo rumbo adoptado por la gestión de los recursos y la redistribución de poder en la administración de estos proyectos será, sin duda, uno de los puntos más debatidos en los próximos meses.

Fuente. TN

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