En un emotivo evento en el Parque Roca, ante más de 15.000 fanáticos, el ídolo argentino se despidió de las canchas. Con una carrera marcada por logros históricos y luchas contra las lesiones, La Torre de Tandil agradeció al público y cerró un capítulo brillante en el deporte nacional.
Este domingo, el tenis argentino vivió un día cargado de emociones. Juan Martín Del Potro, uno de los máximos referentes del deporte en las últimas dos décadas, inició formalmente su despedida del tenis profesional. A los 35 años y tras años de lucha contra una lesión crónica en su rodilla, el tandilense decidió poner fin a una carrera que marcó una generación.
El Parque Roca fue el escenario elegido para esta ocasión especial, donde más de 15.000 personas se reunieron para rendir homenaje a la «Torre de Tandil». Entre aplausos y ovaciones, el doble medallista olímpico y campeón del US Open 2009 recordó los momentos más destacados de su carrera, incluyendo su histórica consagración en Nueva York que puso fin a 32 años sin títulos de Grand Slam para Argentina y su contribución decisiva en la conquista de la única Copa Davis del país en 2016.
Con el corazón en la mano, Del Potro agradeció a sus fanáticos y aseguró: “Me voy feliz, me voy con la tranquilidad de haberlo dado todo”. Sus palabras resonaron entre una multitud que lo acompañó en cada paso de su carrera, desde sus victorias épicas frente a las leyendas del tenis hasta sus luchas por regresar tras cada lesión.
A pesar del dolor físico que lo forzó a este retiro, Del Potro destacó el orgullo por todo lo conseguido y dejó abierta la posibilidad de seguir vinculado al tenis, ahora desde otro lugar. Su legado en el deporte argentino, marcado por su humildad y perseverancia, será recordado por siempre.
Novak Djokovic fue el invitado estrella de un evento que empezó a palpitarse mucho tiempo antes. Durante el mediodía tuvo lugar la conferencia de prensa brindada por ambos protagonistas en pleno barrio porteño de Retiro. El tandilense le obsequió una caja de vinos a su amigo, mientras que Nole aprovechó su salida del Hotel Casa Lucía para bajarse del vehículo que lo trasladaba: saludó, firmó autógrafos y le regaló un momento único al puñado de personas que hizo una breve vigilia a metros del estacionamiento.
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