A pesar de la asignación de fondos hace más de cinco años, la obra sigue sin iniciarse, en medio de acusaciones cruzadas entre el municipio y la provincia.
La ciudad de Pergamino enfrenta una creciente controversia por la falta de avances en la construcción de una represa licitada en agosto de 2018. La obra, que había sido proyectada para mitigar el impacto de inundaciones en la región, continúa paralizada pese a que se adjudicaron los fondos necesarios para su ejecución.
El municipio y el gobierno provincial se culpan mutuamente por la demora. Desde la intendencia señalan que «la herencia recibida» incluyó problemas administrativos y técnicos que impidieron el inicio de los trabajos. Por su parte, las autoridades provinciales acusan al municipio de falta de gestión y de no cumplir con los requisitos necesarios para avanzar en el proyecto.
La represa, considerada una obra clave para la seguridad hídrica de Pergamino y localidades cercanas, ha generado frustración entre los vecinos, que reclaman respuestas concretas. «Es inaceptable que sigamos esperando después de tantos años», expresó un representante de una organización vecinal que impulsa soluciones al problema de las inundaciones.
A medida que la polémica crece, la comunidad exige un compromiso político para resolver la situación. Mientras tanto, la represa sigue siendo un símbolo de la ineficiencia administrativa y de las disputas que frenan el desarrollo en la región.
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